martes, 19 de junio de 2012

SHUT OUT ; Cap 30

—Miley. —dijo papá, con la risa aún en su boca— Cariño entra y siéntate. Trace tiene algo que decirnos.


Estaba como una estatua en el marco de la puerta que da a la cocina, la mochila que había alistado para esa noche en la casa de Demi colgaba libremente de las yemas de mis dedos. No quería a Jenna en mi casa, en mi cocina, en mi espacio. No quería ver la forma en que sonreía, como si este fuera el momento más feliz de su vida. No era el más feliz de la mía.


—Así que…—dije lentamente— Estás… has estado saliendo con Jenna todo este tiempo, ¿cierto?


Intercambiaron una mirada antes de que mi hermano concentrara su mirada directamente hacia mí.


—Sí. —dijo— Lo he hecho, no quería decírtelo porque… bien si las cosas no funcionaban no quería que eso te incomodará en tu trabajo.
—En realidad yo le pedí que lo mantuviera en secreto —intervino Jenna— Me refiero a que ya estás muy ocupada con el trabajo. La biblioteca no puede darse el lujo de que te distraigas por asuntos personales.
—Me di cuenta de eso hace mucho tiempo. —dije— Sólo esperaba que terminaran rápido.
—Miley! —gritó papá—, para ya.
—Siéntate. —dijo Trace, su voz perdió su tono alegre.


No me moví. Tuve una desagradable sospecha de que las citas no eran la causa de esta reunión familiar. Jenna estaba aquí en mi cocina, ya no lo mantenían en secreto, nada más de dejarme vivir en el mundo de la dulce negación. Eso significaba que algo había cambiado.


—Dios mío —grité— Estás embarazada, ¿cierto?
—¿Qué? —preguntó Trace, sus cejas se alzaron hasta el inicio de su cabello.
—¡No! —chilló Jenna. Vi una mano volando hacia su estómago— ¿Por qué? ¿me veo…?


Trace negó con la cabeza y apretó la mano que estaba sobre la mesa.
Pensé que me enfermaría.


—¿Entonces por qué nos están contando esto ahora? —pregunté— Si no estás embarazada. ¿Por qué no mantener toda esa cosa de las citas en secreto?
—Miley, cariño—dijo papá— Trace tiene algunas noticias para nosotros. Continúa, Trace.


Trace miró a Jenna de nuevo, y le respondió con un vigoroso asentimiento antes de que dijera:


—Me voy a mudar.


Sentí una banda de goma empezar a contraer mis pulmones.


—¿Qué?
—Se va a mudar—dijo Jenna.
—Lo escuché. —chasqueé hacia ella, incapaz de mantener la calma Yo…¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo?
—A inicios del próximo mes. —dijo Trace— Jenna y yo nos mudaremos a un apartamento en uno de los suburbios a las afueras de Chicago.
—Me voy a Northwestern—explicó Jenna, mirando a mi padre no a mí— Iré a terminar mi carrera ahí, empezaré en enero.
—¿Qué hay de las clases que estás tomando en la comunidad universitaria? —preguntó papá.
—Mis profesores me dejaran terminarlas en línea—dijo— Quiero que tengamos tiempo para instalarnos y conocer el lugar antes de entrar directo a la universidad.
—Y yo voy a aplicar para un postgrado—dijo Trace—Justo como lo planeé.
—No te puedes ir. —mi voz salió entrecortada y patética. Agité mi cabeza y traté de nuevo— No te puedes ir, Trace, no puedes…no puedes irte así de lejos y ustedes difícilmente se conocen el uno al otro, han estado saliendo, como por…por, un mes. Eso no es tiempo suficiente para irse a vivir juntos.
—Lo sé. —dijo Trace. Le dirigió una sonrisa a Jenna, y vi en sus ojos ese brillo cliché del que hablan en las novelas de romance— Sabemos que es pronto, pero esto simplemente se siente como si estuviera bien.


Y yo podía decirlo.
No quería, pero podía decirlo.
Trace estaba enamorado de ella.


Sentí una sensación de pánico cociéndose en mi pecho. Sentí mis pulmones contrayéndose de temor, frustración y miedo. Ahora detestaba a Jenna más que nunca.


Antes, sólo me enojaba, me irritaba, me volvía loca. ¿Pero ahora? Ahora la odiaba. Ya que por ella, mi familia estaba rota de nuevo. Y se estaba llevando a Trace. Había trabajado muy duro para mantener a mi familia cerca, para mantenerlos seguros, e iba a acabar con eso.


—Discúlpenme. —dije, girándome y corriendo para subir las escaleras. No podía estar en ese cuarto con ella por más tiempo. No podía mirarla a ella o a Trace. No podía ver que esto pasara. No podía ver a mi familia separase de nuevo.


Una hora después, oí a papá llamándome escaleras abajo. Pensé en ignorarlo, sabiendo lo quería decirme: que todo estaría bien, eso estaba obligado a suceder, cosas que no quería oír. Pensé en ponerme la almohada sobre mi cabeza y pretender que su voz no había subido las escaleras.
Pero decidí ser algo madura en esto. Suspiré y me baje de la cama, deslizando mis dedos entre mi cabello antes de dirigirme escaleras abajo.
Trace y Jenna ya se habían ido, pero papá me estaba esperando en el último escalón, su mano esperando en la barandilla.


—Deberíamos hablar sobre esto—dijo— Ven te haré un sándwich.


Lo seguí hasta la cocina y me senté en la mesa mientras el giraba alrededor del cuarto, agarrando lo que necesitaba para hacerme un sándwich de mantequilla de maní y jalea, como lo solía hacer cuando era pequeña y estaba enojada.


—No puede hacer esto. —dije bruscamente, sabiendo que papá estaba esperando que hablara primero— No nos puede abandonar.


Papá no respondió. Sacó un cuchillo del cajón de los cubiertos y empezó a esparcir jalea en uno de los trozos de pan.


—Y no con ella. —continué— Ella es muy fea, muy mandona y exigente y desagradable.
—La encontré encantadora. —dijo papá— Muy inteligente, controlada. Un poco obsesionada con el orden, pero esa es la clase de chica que Trace necesita en su vida. En realidad me recuerda a ti y a tu madre.
—No. —murmuré, pero recordé a Nick diciendo una vez que Jenna le recordaba a mí. Por mucho que me hiciera revolver el estómago, no podía discutir con la mayoría, no de una manera exitosa, al menos— Además, —continúe, tomando una servilleta que había sido dejada en la mesa y doblándola en secciones cada vez más pequeñas. Cuartos, octavos, dieciseisavos— Él es mucho más viejo. Es horripilante. Ella es, como, siete años más joven que él. ¿No puede salir con alguien de su edad?


Papá suspiró y movió su silla de regreso a la mesa, deslizando el sándwich que acaba de hacer hacia mí.


—Cariño sé que esto es difícil para ti. —dijo Sé que has pasado los últimos cinco años cuidándonos. A Trace y a mí. Pero cariño, Trace es un adulto ahora. Tiene que cuidarse por sí mismo eventualmente.
—Tengo miedo de que si se va muy lejos, lo perderemos. —suspiré— No quiero perder a nadie más.
—No lo veas como si lo fueses a perder. —dijo papá— Míralo como una adición a la familia. Ahora también tenemos a Jenna. Alguien que lo cuide. Porque sabes que lo dominará tanto como tú lo haces.


Estaba tratando de hacerme reír, pero no funcionó.
Dejé la servilleta, ahora doblada en un pequeño cubo compacto, y tomé mi sándwich.


—¿Por qué ella? —pregunté— De toda la gente, ¿por qué ella?


Se encogió de hombros.


—A veces es difícil predecir quien hará a una persona feliz. Pero al final, eso es lo que importa. ¿Recuerdas lo que te dije cuando tú y Liam terminaron? Te dije que aceptaría a cualquier chico que trajeras a casa, no importaba quien fuese, mientras que él te hiciera feliz. Cariño le debemos a Logan lo mismo.
—Lo sé.
—No puedes controlarlo todo —dijo papá— A veces sólo necesitas relajarte y tener fe en que las cosas funcionaran. Dejar pasar algunas cosas y dejar que la vida suceda. No querrás perderte las mejores cosas de tu vida sólo por temer a ser lastimada. O, en este caso, de que Trace se lastimado.


Pero eso no era sólo acerca de Trace.
Papá no lo sabía, obviamente, pero también estaba hablando acerca de Nick.


Lo había estado apartando, manteniéndolo a distancia, huyendo cada vez que se acercaba demasiado, porque tenía miedo de ser lastimada. Miedo de lo que sentía hacia él. Pero en realidad, sólo debía hablar con él. Como Demi quería que lo hiciera.


Podría haber evitado todo esto sí sólo le hubiese preguntado Por qué. Pero en vez de eso, traté de controlar todo sobre nuestra relación, traté de mantenerme a salvo. Y eso no había funcionado del todo.


Pero no era demasiado tarde.


—Tengo que irme. —dije, parándome, dejando mi sándwich a medio comer.


Papá me miró sorprendido.


—¿Estás bien? —preguntó— Lo siento. No quería hacerte enojar, cariño. Yo sólo…
—No lo hiciste. —le dije— Estás en lo correcto. No puedo controlar nada. A veces necesito dejarlo pasar y… no tener miedo. —Tomé un respiro— Trabajaré en eso.


Papá asintió con la cabeza.


—De acuerdo, bien. Sé que no será fácil para ti, pero creo que serás feliz a la larga.
—Tal vez. —dije— Ahora, eh… ¿Puedo usar el auto? Hay alguien a quien necesito ir a ver.


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Hola! Les vengo a dejar varios caps de las noves, espero que les haya gustado estos capis(:
Esta nove ya casi se termina, ojala les haya gustado como a mi... XD
Las quiero, y no olviden comentar!
Muchos besos, Ale.

1 comentario:

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Gracias por tomarte unos segundos de tu tiempo♥
Y más por leer mis noves, un beso!