jueves, 22 de agosto de 2013

The DUFF ; Cap 36.

En algún momento, pensé que ser la Duff significaba ningún drama con los chicos.

Claramente, estaba equivocada. ¿Cómo paso esto? ¿Cómo pude yo, la chica fea, terminar en medio de un triangulo amoroso? No era una romántica. Ni siquiera quería salir con chicos. Pero allí estaba yo, debatiéndome entre dos chicos atractivos que, en todos los sentidos, no debería haber tenido ni un chance. (Créanme, no es tan glamoroso como suena.)

Por un lado, tenía a Douglas. Inteligente, tierno, divertido, educado, sensible y práctico.
Douglas era perfecto en cada manera concebible. Me refiero, él era un poco tonto, pero es lo que lo hace adorable. Me gusta estar con él, y él siempre me pone como prioridad. Él me respeta y parece nunca perder la paciencia. No había nada por lo que quejarme de Douglas Booth.

Por otra parte, estaba Nick. Un idiota. Un imbécil. Un arrogante, mujeriego chico rico quién pone primero al sexo que todo lo demás. Por supuesto, el era increíblemente guapo, pero él podía sacarme de quicio. El era irritantemente encantador, y su sonrisa tan graciosa realmente podría meterse bajo mi piel. No estaba temerosa de ser una perra con él. 
Odiaba admitirlo, pero Nick me entendía. Me sentía yo misma cuando estaba con él, mientras que siempre estaba tratando de esconder mi neurosis con Douglas. Dios, la vida era más fácil cuándo nadie me notaba.

La nota de Nick pesaba media tonelada en mi bolsillo trasero mientras iba hacia el aparcamiento, esa tarde. Decir que estaba confundida habría sido una subestimación masiva. Me refiero, esa simple oración me dejo con un millón de preguntas, pero había una en particular:

¿Por qué demonios Nick me quiere a mí?
De verdad, el tipo tiene docenas de chicas que matarían por estar con él. ¿Por qué yo?
¿No fue él, el primero, quién me llamo la Duff? ¿Qué Demonios?


Pero cuando llegué a casa, todo se puso peor.

Por sugerencia de Douglas, comencé a leer Cumbres Borrascosas en mi tiempo libre.
Honestamente, los personajes principales me irritaban tanto que era difícil seguir leyendo. Estaba considerando en dejarlo por mi bien ese día, pero una línea en el dialogo captó mi atención.

"Mi amor por Linton es cómo la maleza de los bosques: el tiempo lo cambiará, yo ya sé que el invierno muda los árboles. Mi amor por Heathcliff se parece a las eternas rocas profundas, es fuente de escaso placer visible, pero necesario."

Tan estúpido como sonaba, ese pequeño extracto se metió en mi cabeza, como una canción que odias pero no puedes dejar de cantar. 
Trate de seguir leyendo, pero las palabras se mantenían rebotando en mi cerebro. Le di vuelta a la página y leí las líneas una y otra vez. Estaba tratando de averiguar por qué me inquietaba tanto cuando fui interrumpida por el sonido del timbre.

—Gracias a Dios. —murmuré, aliviada de tener una razón para cerrar el libro. Salí de mi cama y corrí a las escaleras— ¡Voy! —grité— ¡Solo un segundo!

Abrí la puerta delantera, esperando encontrar a Dogulas, quién me había dicho que quizás se pasaría después. Pero el hombre en mi porche era un cincuentón gordito y pelirrojo.
Definitivamente no era él. Él usaba un lamentable uniforme verde y un sombrero que no combinaba. En la etiqueta de su chaqueta se podía leer el nombre: JIMMY. El estaba sosteniendo un ramo de flores en su mano derecha y una carpeta bajo su brazo.

—¿Eres la Señorita Miley Cyrus? —él preguntó.
—Um… sí.

Sus ojos estaban entrecerrados iluminados con una sonrisa.

—Firma esto, por favor —dijo él, dándome el portapapeles y un bolígrafo— Felicitaciones.
—Em, gracias. —dije, entregándole de nuevo el portapapeles. 

El me pasó el ramo, el cual vi que era de genuinas rosas rojas y sacó un sobre blanco de su bolsillo trasero.

—Esto es para ti. —dijo él— Eres una chica afortunada. No siempre hago entregas como esta a alguien de tu edad. —él sonrió— Amor juvenil.

¿Amor juvenil? Dios, tuve que pelear con la urgencia de corregirlo. De darle un largo discurso acerca de cómo los adolescentes no se enamoran. Pero el todavía seguía hablando.

—Tu novio debe ser muy conservador. No muchos chicos son tan atentos a tu edad.

Miré las rosas y dije;

—Probablemente tengas razón. —¿Douglas todavía estaba tratando de animarme? Dios, él era tan bueno. Pero no merecía toda esa generosidad.

Después darle las gracias al repartidor, cerré la puerta. Me sentí culpable por considerar mi situación un triangulo amoroso. Éramos solo Douglas & yo, y Nick danzaba a lo largo de la periferia, muy lejos de nosotros… o eso es lo que debería haber sido.

Puse el ramo en la mesa de la cocina y abrí el sobre, esperando encontrar una cursi carta pero perfectamente redactada de mi perfecto novio. Era la clase de cosas de las que normalmente me burlaría, pero dejé que Douglas se saliera con la suya.
Realmente tenía una habilidad con las palabras a veces. Eso ayudaría cuando se convirtiera en un político famoso.

Pero la escritura de la carta era la misma que la nota de mi bolsillo trasero. En este momento, como sea, había mucho más que asimilar.

Miley:
Desde que te mantienes escapándote de mí en el instituto, y si lo recuerdo correctamente, el sonido de mi voz te causa pensamientos de suicidio, decidí que una carta podría ser la mejor manera de decirte como me siento. Solo préstame atención.
No voy a negarte que tuvieras razón. 
Todo lo que dijiste el otro día era verdad. Pero mi miedo de estar solo no es la razón por la que te persigo. Sé lo que cínica que eres y sé que probablemente vas a venir con alguna respuesta irritable cuando leas esto, pero la verdad es, que te estoy asechando porque realmente creo que me estoy enamorando de ti. 
Eres la primera chica que ha visto a través de mí. 
Eres la única chica que me cantó en la cara todas mis estupideces. 
Me pusiste en mi lugar, pero al mismo tiempo, me entiendes más que ninguna otra.
Eres la única persona lo suficientemente valiente para criticarme. 
Tal vez la única persona quien miró lo suficientemente cerca para encontrar mis fallos y claramente, me has encontrado muchos.
Llamé a mis padres. Ellos regresan a casa la próxima semana para hablar conmigo y con Ari. Tenía miedo de hacer esto al principio, pero me inspiraste.

Sin ti, nunca hubiese podido hacer eso.


Pienso en ti mucho más de lo que cualquier hombre que se respete a si mismo admitiría y estoy enfermo de celos por Booth, algo que nunca pensé que diría.


Seguir sin ti es imposible. 


Ninguna otra chica me mantiene de puntillas en la manera como tú lo haces.


Nadie me hace QUERER hacer el ridículo escribiendo cursis cartas como esta.


Solamente tú.


Pero sé que también tengo razón. Sé que estas enamorada de mi, aunque estés saliendo con Booth. Puedes mentirte si quieres, pero la realidad te golpeará en cualquier momento. Estaré esperando a que suceda… te guste o no.


Con amor, Nick.


P.D: Sé que estas poniendo los ojos en blanco en este momento, pero no me importa.


Honestamente, eso había sido una especie de cambio.

Me quede mirando la carta un largo rato, finalmente entendí el agradecimiento de Ariana.
Nick estaba tratando de arreglar las cosas… gracias a mí. Por lo que le había dicho. Yo había conseguido entrar en esa cabeza dura.

Eso fue absolutamente abrumador para mí.

Me llevo un segundo asimilar la sorpresa. Las palabras como "amor" y "solamente" saltaban de la página hacia mí. Era mi primera carta de amor, no es que nunca quisiera una, pero sin embargo, ni siquiera era de mi novio. El chico incorrecto me la había mandado.

El chico incorrecto me quería. Nick era el chico incorrecto.

¿O él era exactamente el chico correcto?

Estaba tan consumida por mis pensamientos que salte cuando el teléfono sonó y anduve con esfuerzo para contestarlo.

—¿Hola?
—Hola, Miley. —Dijo Douglas.

Mi corazón se aceleró y bombeo vergüenza por mis venas.
La carta de Nick, la cual todavía sostenía, quemaba los dedos de mi mano derecha, pero me arreglé para sonar normal cuando dije:

—Hola Douglas.
—¿Vienes de camino?
—No. —suspiró.— Mi padre tiene tareas para mí, entonces no puedo ir esta tarde. Lo siento de verdad.
—Está bien. —no debía sentirme aliviada, pero lo estaba. Ver a Douglas significaba esconder las flores y entrar en una red potencial de mentiras y sabíamos cuan mala mentirosa soy— No te preocupes.
—Gracias por ser tan compresiva. Pero realmente estaba esperando poder pasar algún tiempo contigo. Casi no nos vemos en el instituto. —el hizo una pausa— ¿Tienes planes para esta noche?
—No.
—¿Entonces quieres salir? Toca una banda mañana por la noche en el Nest y pensé que podíamos ir. Por supuesto tus amigas pueden venir también. ¿Te gustaría?
—Suena genial.

Ves, pequeñas mentiras como esa podía hacerlas. Odio la música en directo y había descartado el Nest, pero pretender lo opuesto haría a Douglas feliz y Selena estaría contentísima de ser invitada. Así que, ¿por qué no? Las pequeñas mentiras eran suficientemente fáciles, pero algo más grande, la embarraría.

—Bien —Dijo Douglas—. Te recogeré a las ocho.
—Bien. Adiós.
—Te veo, Miley.

Colgué el teléfono, pero mis pies se rehusaban a moverse. La carta todavía ardía contra mi piel y me encontré mirando a las tentadoras palabras.

—¿Por qué no era más fácil? ¿Por qué tenía que venir Nick y hacerme cuestionarlo todo?

Me sentía como si estuviese traicionando a Douglas con cada frase que leía. Como si lo estuviese engañando.
Pero ahora sabía que cada vez que besaba a Douglas, estaba hiriendo a Nick.

—¡Arrrrrgh! —Con un grito que explotó de mi pecho y arañó en su camino a través de mis pulmones, arrugué la carta en una bola y la lancé por la habitación tan fuerte como pude.

Se movió lentamente por el aire antes de rebotar delicadamente en el papel tapiz de flores y aterrizar en el suelo.

Por último, con la garganta dolorida, me hundí en el suelo, hundí mi cara en mis manos y lo admito, lloré.
Lloré de frustración y confusión, pero sobre todo por mí, por estar atrapada en esta situación, como la chica egoísta que era.

Pensé en Cathy Earnshaw, la heroína malcriada y egoísta de Cumbres Borrascosas y recordé el pasaje que había estado leyendo antes de que el timbre sonara. Pero cuando las palabras brotaron a través de mi cerebro, eran ligeramente diferentes:

"Mi amor por Douglas es cómo la maleza de los bosques: el tiempo lo cambiará, yo ya sé que el invierno muda los árboles. Mi amor por Nick se parece a las eternas rocas profundas, es fuente de escaso placer visible, pero necesario."

Mi cabeza se movió hacia atrás y hacia adelante febrilmente. Me gusta, me tuve que corregir. Mi gusto por Nick es bla, bla, bla. Me limpié los ojos y me puse de pie, tratando de calmar mi respiración entrecortada.

Luego me volví y me dirigí al piso de arriba.


De repente quería saber cómo terminaba el libro.


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Ya solo faltan dos capis & ya termina :)
Subiré los últimos capis en estos días :D
Espero que no se olviden de mi y esperen con ansias >.<
Mil gracias a todas los que me han tenido paciencia y siguen leyendo♥

Estoy volviendo a escribir Como Odio Amarte, lo siento si ya llevo más de un año (¡omg :O¡) que no escribo pero no saben como es mi vida ahora... antes no tenia tiempo para nada habia estado bastante ocupado y feliz... pero de un día a otro todo se me a la basura... me he estado sintiendo tan sola...
Espero que me apoyen y me entiendan.

No falta decir que ojala comenten.
Las quiero.