martes, 19 de junio de 2012

SHUT OUT; Cap 29




A la mañana siguiente, Demi se ofreció a llevarme a casa.


Trace me había enviado un mensaje de texto y me pidió volver al mediodía, porque tenía algo que decirnos a papá y a mí durante el almuerzo, por lo que acepté la oferta de Demi, ya que, aunque Mandy usualmente me llevaba a casa, tenía la sensación de que aún estaba molesta conmigo por lo de la última noche. Aunque no estaba muy segura de lo que había hecho para molestarla tanto.


—Entonces —dijo Demi lentamente a medida que nos alejábamos de su casa.


Las otras chicas se habían ido sólo unos minutos antes que nosotras, a escondidas lo más silenciosamente posible, para no despertar a la mamá de Demi, a quien realmente le gustaba dormir los fines de semana.


—Tenemos que hablar acerca de todo el asunto de la huelga.
—¿Qué pasa con eso?—pregunté.
—Miley, mira, fue una buena idea. En realidad, me alegro de que lo hayamos hecho porque... Bueno, la verdad, aprendí mucho. Acerca de lo que la gente espera de mí y lo que espero de mí misma. Y porque nos unió. —ella me dio una rápida sonrisa antes de centrar su atención en la carretera de nuevo— Pero... creo que es hora de ponerle fin.
—¿Qué? ¿Por qué? No hemos ganado todavía.


Demi suspiró y encendió la señal de giro.


—¿Qué estamos ganando, exactamente?—preguntó.
—Nosotros... La rivalidad tiene que terminar. Ese es el punto.
—¿Es eso?—preguntó con voz muy seria, pero no acusatoria— Piensa en esto, Miley. ¿Es la rivalidad realmente de lo que la huelga se trata? Porque no sé si te diste cuenta,
pero los chicos no están luchando más. El grupo en mi casa la noche anterior estaba compuesto de jugadores de fútbol y fútbol americano. Ellos estaban trabajando juntos.


No dije nada. No sabía qué decir. Pero sabía lo que Demi estaba pensando.


Y luego ella confirmó mis sospechas.


—Creo que se trata de Nick. —dijo— Creo que... Bueno, no te enojes conmigo por decir esto, pero creo que estás usando esto para vengarte de él por cómo te lastimó. No empezó de esa manera, obviamente, pero ahora... Miley, todos vemos la forma en que lo miras. Todos nosotros. Incluso Selena nos lo comentó a Mandy y a mí.
—Espera, ¿ustedes hablaron de mí? ¿A mis espaldas?
—No en un mal sentido —dijo Demi rápidamente— Pero estamos preocupadas. Esta huelga fue una gran idea, pero está yendo demasiado lejos. Ellos me pidieron que hablara contigo acerca de esto. Pensaron que podrías escucharme.


Miré afuera por la ventana, negándome a mirar a Demi. Estaba más que molesta.
Estaba herida. Enojada. Traicionada. Pensaba que estas chicas estaban de mi lado.
Habían estado a mi lado desde el principio y ahora, de repente, estaban en mí contra.
Hablando de mí cuando no estaba cerca. Tratando de pensar en formas de derrocarme.
Demi debe haber adivinado lo que estaba pensando porque se apresuró a añadir:


—Te amamos, Miley. No es como si estuviésemos locas. Pero piensa acerca de esto, ¿bien? La huelga está destrozando a los chicos y a las chicas. Se está convirtiendo en tu propia rivalidad. Incluso hablas de "ganar" como si fuera sólo un juego para ti. ¿Pero no puedes empezar a ponerle fin a la rivalidad? ¿Hacer la paz?


Sí, pensé, pero no respondí.
Estaba empujando hacia abajo todo el dolor y el enojo, volviendo a caer en mi lugar seguro, el único donde era la Pequeña Señorita Reina del Hielo.


—Si dejamos que esto siga adelante, va a convertirse en otra rivalidad de larga duración, y nadie sabrá dónde ni por qué empezó—continúo— Sé que no quieres eso. Lo sé porque te conozco. —ella respiró hondo y soltó el aire lentamente— ¿El fin de Lysistrata?
—¿Qué? —pregunté helada— ¿Qué pasa con eso?
—El fin. Las mujeres ganan, pero ¿cómo? ¿Lo recuerdas?
—Lysistrata habló con el chico que representaba a los hombres—dije— Acordó terminar la guerra bajo su nombre. ¿Lo leíste?


Demi se encogió de hombros.


—Mi mamá enseña Estudios Griegos en el colegio comunitario en Oaks Hill. Aprendí mucho. —ella giró sobre mi calle y siguió hablando— Pero piensa acerca de lo que dijiste. Ella habló con el líder de los chicos. Has pensado… ¿Has intentado realmente hablar con Nick?
—Sí. No… Es complicado, ¿Bien?
—Lo sé —suspiró— Y lo siento. Siento que las cosas sean extrañas entre ustedes dos, pero no puedes dejar que tu relación con Nick arruine esta huelga. Necesitas hablar con él de modo que esto pueda terminar. Así todos podemos seguir adelante.


No respondí. Por mucho que odiara admitirlo, sabía que ella tenía razón.
El auto de Demi se detuvo en mi entrada, y nos sentamos a escuchar el motor al ralentí durante un momento antes de que cualquiera de nosotras rompiera el silencio.


—Prométeme que lo pensarás—dijo ella— Por favor. Sabes que voy a estar de tu lado, no importa qué. Sin importar cuál sea tu decisión, pero... pero me debes esto.
—Lo sé. —dije en voz baja— Se lo debo a todas las chicas. Han soportado mucho por mí, todos, lo han hecho. A través de Liam… —tragué saliva, incapaz de mantener las emociones de nuevo en la forma que yo quería— Voy a hablar con Nick. No estoy segura de lo que voy a decir, pero voy a hablar con él.


No estaba mirándola, pero sentí a Demi deslizar la mano de la consola y apretar la mía.


—Gracias—dijo— Y recuerda lo que dije el otro día, ¿bien? Si él no ve lo especial que eres, no te merece.
—Gracias —dije— Voy a seguir adelante. Sólo necesito pensar en todo esto. Te llamaré esta noche o algo así, ¿bien?
—Bien. —soltó mi mano mientras me deslicé fuera del auto.


Hice una pausa antes de cerrar la puerta del auto y asomé la cabeza al interior un segundo.


—Hey, ¿Demi?
—¿Sí?
—Gracias…por aguantarme


Me miró.


—No hay problema. —dijo— Estoy feliz de aguantarte, incluso cuando te vuelves loca. Eso no va a cambiar.


No la merecía, me di cuenta mientras me acercaba a la puerta de entrada y entraba a la casa. Honestamente, no merecía a nadie. Por mucho que me doliera admitirlo, Demi tenía razón. Estaba usando esta huelga como una manera de luchar con Nick. Si no hubiese estado tan ciega, tan obsesionada con ganar y darle una paliza, podría haber notado la forma en que la rivalidad se había ido.


Estaba tratando de averiguar lo que le diría a Nick cuando me enfrentara a él -cómo iba a empezar, cuales argumentos podría usar, si debía mentir acerca de cómo me sentía- cuando caminé dentro de la cocina, donde mi familia reunida esperaba por mí en la mesa. A la espera de que Tracen¿ me dieras las noticias. Esperando con una persona extra.


—Jenna... —dije, no tan sorprendida como me hubiera gustado estar— ¿Qué estás haciendo aquí?


Pero podía adivinar la respuesta.

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