viernes, 8 de junio de 2012

SHUT OUT ; Cap 25

Le escribí a Trace desde el trabajo la tarde siguiente y le dije que no necesitaba que me buscara esa noche. Tenía otro plan que estaría haciendo después del trabajo.


Esta vez, yo era la que se acercaría sigilosamente a Nick. Él estaba en el salón de revistas en la parte de atrás de la biblioteca, reorganizando una pila de National Geographic que algunos nerds de doce años habían atacado temprano en la tarde. Me quedé en la puerta, observando los músculos de su espalda y brazos flexionarse y cambiar a medida que los llevaba a la estantería, justo al nivel de sus ojos, y acomodaba cada revista cuidadosamente en la parte superior de la pila. El perfecto orden en el que acomodó cada revista me hizo desmayar.


Ajusté mi postura, pasé las manos por mi falda, y tomé un tranquilo respiró antes de contonearme hacia él.


—¡Hey! —dije, apoyándome en un estante lleno de temas del Newsweek.


Nick saltó.


—Oh, finalmente te agarré con la guardia baja.


Se volvió y me sonrió.


—Un punto para Miley.
—Sí, bueno…no es como si te hubieses caído de la escalera o roto tu cabeza contra alguna estantería de madera, por lo que no es del todo aún.


Nick se echó a reír y se volvió a las revistas.


—¿Qué pasa?


Esa es nuestra maldición. Estábamos condenados a nunca, nunca reconocer el hecho de que nos habíamos besado. Ya estaba sintiendo un patrón aquí.


—Yo, um, tengo que pedirte un favor—dije. Podía sentir el calor en mi cara y cuello, pero luché para mantener la calma. Después de todo, había ensayado. Esto era parte del plan.
—Está bien, ¿qué es?
—Se supone que debo escribir una tesis para Inglés —dije justo como lo había practicado frente al espejo del baño en la mañana—. Estoy trabajando en este artículo acerca de cómo participar en los deportes afecta a, um, notas y otras cosas... para los adolescentes, ¿Sabes? Y, eh, la señora Perkins dice que necesito testimonios de primera mano o algo para validar mis argumentos. ¿Estaría bien si te entrevisto?


Nick volvió a mirarme.


—¿Quieres hacerme una entrevista? ¿Por qué no entrevistas a tu hermano? Jugó fútbol en la escuela secundaria, ¿no?
—Um, sí.... Pero ese es apenas un solo deporte—señalé—. Necesito la opinión de varios deportistas. Así que me encantaría tu punto de vista sobre el fútbol y cómo afecta a tu salud.
—¿Te refieres a mis notas?


Mierda. Ya estaba arruinando la historia.


—Claro. Notas. Así que, ¿puedo entrevistarte? —Agité mis pestañas en un intento de parecer seductora, pero estaba bastante segura de que terminaría luciendo ridícula— ¿Por favor?


Nick me sonrió mientras ponía lejos la copia más reciente de National Geographic, la última que faltaba por guardar.


—¿Seguro que quieres hablar conmigo? —preguntó—. ¿No será raro con esto la huelga en general? Somos como enemigos, ¿no?
—¿Enemigos? —Me obligué a reír—. No, por supuesto que no. Va a estar bien. Siempre y cuando no trates cualquiera de las tácticas de batalla en mí, voy a estar bien. —Le guiñé un ojo y sonrió.


Me deleité con mi propia hipocresía por un minuto. Él no tenía idea de lo que estaba por venir.


—Creo que es genial—dijo—. Pero no podemos hacerlo aquí, Jenna estará sobre nosotros en un instante. ¿Para cuándo lo necesitas? Podrías simplemente enviarme un e-mail con las preguntas.
—Estaba pensando hacerlo en persona—le dije un poco demasiado rápido. Dios, tenía que calmarme. Enfócate—. Y, bueno, ¿qué tal esta noche? ¿Después del trabajo? Podríamos hacer la entrevista en tu casa si no hay problema.


Lo pensó por un segundo, y luego asintió.


—Está bien. Funcionará. Te llevaré a casa después. ¿Suena bien?
—Perfecto—dije con una sonrisa—. Te veré después del trabajo.


Cuando salí de la habitación, me aseguré de que mis caderas se movieran en una especie de balanceo sexy, haciendo que mi falda girara alrededor de mis muslos mostrando mis piernas de la forma correcta sin mostrar de más. Tenía la esperanza de que Nick estuviera viéndome ir. No miré hacia atrás para revisar.


Nci me llevó a su casa esa noche después del trabajo. Era la primera vez que había estado allí, y estaba ansiosa por ver dónde vivía. La respuesta me sorprendió.


Los Jonas vivían en un remolque en el lado este de la ciudad, a pocas cuadras del complejo de apartamentos estrechos donde Mandy vivía con su mamá. De alguna manera, me esperaba que un chico tan guapo y popular como Nick viviera en un tipo de casa con cerca, sólo más bonita y más grande que mi casa. No es que esté juzgando ni nada. Es sólo inesperado.


Nick parecía un poco avergonzado de dejarme ver su casa. Sonrió y abrió la puerta del coche para mí y me acompañó hasta el pequeño porche, pero me di cuenta por la forma en que no se encontraba con mis ojos que él se sentía incómodo. ¿Pensaba él que era del tipo que pensaría menos de él por donde vivía? Yo, realmente no lo era, y estaba el hecho de que, obviamente, se sentía de esa manera.


—Lo siento, el lugar es una especie de caos—dijo, abriendo la puerta de entrada—. No traigo amigos a menudo.
—Oh.


O tal vez debería sentirme honrada de que haya accedido a traerme aquí. Pudo haber dicho que no, pero en lugar de eso me dejó venir a su casa. Tal vez eso me hace especial.
No lo suficientemente especial para salir con él, pero especial en alguna lejana forma.


—Mis padres no están—dijo, dejando que pasara por delante de él—. Mamá está en el hospital, ella es una enfermera, y tiene esta noche tiene turno. Y mi padre va a pasar la noche en Chicago, una entrevista para un nuevo trabajo. Así que sólo estamos nosotros. ¿Estás de acuerdo con eso?
—Sí, por supuesto. —Sentí que mi corazón latía con fuerza en mi pecho. Estaba sola con él. No Jenna. No hay nadie que nos separe si las cosas se ponen calientes—. Estoy bien con eso.


Nick me dio una pequeña sonrisa antes de hacer un gesto para que lo siguiera hacia la cocina. En realidad no estaba tan desordenado como él había afirmado. Los platos fueron lavados y puestos en el escurridor, a la espera de ser llevados lejos. En realidad, su casa parecía casi tan limpia como la mía.


—¿Puedo conseguirte algo para beber? —preguntó.
—Oh, no, estoy... estoy bien. —Podía sentirme rebotar, mi talón martillando a un ritmo ansioso sobre el linóleo. Tenía que terminar con esto antes de que mi interior explotara—. Así que, ¿puedo ver tu habitación?


Parecía un poco sorprendido, y me preocupaba que hubiera ido un poco demasiado hacia adelante, pero él sólo asintió con la cabeza y señaló hacia el pasillo que conducía fuera de la cocina. Caminé por el estrecho pasillo por delante de él, mirando las fotos que habían sido colgadas en las paredes. Foto a foto de Nick y su familia.


Me detuve y sonreí a una imagen en particular que destacó para mí. Un niño pequeño, presumiblemente Nick, estaba parado sobre un campo de fútbol, agarrando una pelota de fútbol negra y blanca en sus pequeñas manos. Él no podría haber tenido más de cuatro o cinco años de edad. A cada lado de él estaban sus padres: una bonita mujer castaña con su mano sobre la cabeza de su hijo, empujando el largo flequillo castaño de sus ojos de color chocolate brillante, y un hombre con cara robusta que tenía su mano sobre el hombro de Nick, y parecía ser el padre más orgulloso del mundo.


—Esa fue tomada después de mi primer partido—dijo Nick, de pie junto a mí y mirando a la imagen—. Era una liga que jugaba en Oak Hill. Uno de los mejores días de mi vida.
—¿Ganaste el primer juego?


Se echó a reír.


—Oh, no. Perdimos bastante mal, pero no me importó. Estaba feliz de que mi entrenador me dejara salir del banco. Me encantó el juego desde el momento en que pisé el campo, incluso cuando era tan pequeño.... Puedes poner eso en la entrevista si lo deseas.
—Sí... mi entrevista. —Miré la foto, el pequeño Nick, la sonrisa tonta. Me recordó la sonrisa que mi padre llevaba siempre que hablaba de fútbol, la forma en que recordaba cuando jugaba de niño.
—¿Deberíamos empezar a trabajar en eso? —preguntó Nick, señalando a la puerta que supuse era la de su dormitorio—. No quiero llevarte a casa demasiado tarde, ni nada.
—Correcto—le dije—. Está bien. Vamos a empezar.


Ya era hora de ponerse a trabajar en el plan. No sería difícil, me dije. Todo lo que necesitaba era conseguir que Nick me besara de nuevo.


Si pudiera conseguir que me besara, podría hacer que quisiera más. Podría hacer que lo quisiera todo, y luego alejarme de él. Sólo tenía que hacer que él me besara.


El dormitorio de Nick era pequeño, pero, afortunadamente, ordenado. Una pequeña cama doble estaba en la esquina derecha, y una cómoda de pie en la pared opuesta.
Había un escritorio con una computadora y una impresora en él. Un calendario deportivo colgaba en la pared, pero aparte de eso, la habitación era bastante vacía...


Casi sin vida.


—Sé que no es mucho—dijo Nick, nervioso, me miraba mirar a su alrededor—. No hemos vivido aquí mucho tiempo. Después de que despidieran a papá, hemos tenido algunos problemas de dinero y tuvimos que vender la casa y vivir aquí.
—¿Por qué no decoraste? —pregunté, dejando caer mi bolso en el suelo y me senté en la cama. Crucé las piernas, mi corazón latía con fuerza mientras le daba a Nick una buena vista de mi muslo.


Se encogió de hombros y fue a sentarse junto a mí, sus ojos apenas se volvieron hacia mi piel expuesta.


—No veo el punto. Iré a la universidad en menos de un año, y papá conseguirá otro trabajo. Van a poder comprar otra casa. Esto es sólo temporal... eso es lo que ellos dicen, por lo menos. —Suspiró y miró hacia otro lado por un momento antes de dejar que sus ojos encontraran los míos otra vez—. Honestamente, tengo un poco de miedo de que si me instalo mucho, papá va a pensar que he aceptado este lugar como hogar. Es como si, al no acomodarme mucho aquí, estuviera diciéndole que va a encontrar otro trabajo, ¿sabes?


Asentí con la cabeza. Lo sabía. Yo sabía lo que era sonreír y fingir para hacer a un padre feliz, para protegerlos. Nick es el tipo de persona que haría cualquier cosa para mantener a su familia adelante, aunque le costara. Al igual que Trace. Al igual que yo.


NO, NO, NO. Tenía que dejar de pensar en Nick de manera favorable. Tenía que recordarme a mí misma lo imbécil que era. Cómo iba a hacerme daño. Me usó para ayudar a los chicos a ganar. Tenía que recordarlo, así mi plan podría funcionar, por lo que podría usarlo a él sin culpa.


Me acerqué un poco más a él, dejando que mi rodilla desnuda rozara sus pantalones de jean.


—¿Cuáles son tus planes para la universidad?
—¿Esto es parte de la entrevista? —preguntó.
—No, sólo soy curiosa.


Nick asintió y se frotó la cabeza haciendo que los pelitos se le pararán. Su cabello estaba un poco más largo cada vez que lo veía. Me pregunto si lo va a mantener corto.
Espero que lo deje crecer un poco. Quiero ver cómo luce con cabello largo, al igual que lo tenía de niño. Quería pasar mis dedos por sus suaves ondas marrones y…


—Bueno, es por eso que tengo que conseguir una beca—explicó Nick, inclinando su cuerpo hacia el mío—. Mis padres no pueden permitirse el lujo de pagarme la universidad, así que tengo que mantener mis calificaciones y obtener esta beca de fútbol. Al entrenador le preocupa que esté faltando dos veces a la semana al entrenamiento a causa del trabajo, cree que eso puede afectar mis posibilidades.
—¿Crees que lo haga?


Suspiró.


—No sé. Espero que no. Estoy trabajando muy duro para mantenerme al día, pongo todo de mí en los otros entrenamientos…pero no dejaré el trabajo en la biblioteca. Mi familia está primero, y ellos me necesitan, ¿sabes? Además… —me sonrío—… me gusta trabajar ahí…contigo.


Me encantó la forma en que me sonrió. Cálido y dulce. Eso me hizo olvidar que me había herido. Era difícil conspirar y engañar cuando un chico como Nick Jonas me miraba fijamente con sus hermosos ojos castaños.


—Ya sabes —dijo— dejando de lado todo esto de la huelga, me gusta trabajar contigo. Quiero decir, cuando no me estás evitándome o mandándome —sonrió—. Me fascinas. Eres…


Nunca supe lo que era. Debido a que metí la pata.


El plan era esperar hasta que Nick me besara. Pero en cambio, me incliné hacia delante y apreté mis labios a los suyos.



2 comentarios:

  1. o.O :O:O:OOOOOOO:OOOOOOOOOOOOOOOOOO COMO LA VAS A DEJAR AHIIII ME QUERES MATAR!! ME ENCANTO ALEX, DE VERDAD ESTUVO GENIAL Y MILEY TODA HACIENDOSE LA SEXI JAJAJAJAJAJAJAJAJA ESPERO QUE LA SIGAS PRONTO, BESITOS

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  2. oooo me encanto el cap sube pronto

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