sábado, 2 de junio de 2012

Amigos y Amantes; Cap 9.


—¿Liam? ¡Eh!, ¿cómo estás? —dijo con una pequeña sonrisa—. Estábamos empezando a pensar que habías desaparecido de la faz de la Tierra.

Se oyeron risas al otro lado de la línea.

—No, todavía no. ¿Y tú qué?, ¿estás manteniendo a raya a ese rebelde con causa?
—Créeme —contestó Miley girándose hacia Nick y sonriendo divertida—: lo intento.
—Bien, no desesperes. Pronto vas a tener refuerzos: finalmente he decidido aceptar la invitación de Nick de pasar con ustedes unos días… y vamos a ir a haceros una visita.
—¿«Vamos»?
—Verás, después de que los dos me hayan dado tanto la lata con eso de sentar la cabeza, pues…

Miley abrió mucho los ojos y se quedó boquiabierta.

—¿No me digas que…? —balbució. Pudo notar que Liam sonreía cuando respondió.
—Bueno, aún no he pisado el altar, pero estoy en camino. Parece que Neave ya no quiere mantenerme a raya solo en la oficina, sino también fuera de ella.

Miley esbozó una media sonrisa. Neave llevaba años siendo su asistente, y no solo era una chica encantadora, sino también eficiente, que había logrado poner en orden la caótica oficina de Liam. Miley siempre se había preguntado cuánto tardaría Liam en darse cuenta de la adoración con que lo miraba aquella chica morena. Ella lo había comprendido enseguida, porque a Neave se le ponía la misma sonrisa soñadora al tenerlo delante que a ella, años atrás.

—Bueno, ya era hora.
—Escucha, Miley, estoy en una cabina y se me está acabando el dinero. Llegaremos mañana, sobre las once, ¿de acuerdo? Díselo a Nick.
—Em… bien —asintió la joven, mirando otra vez a su amigo y frunciendo el entrecejo—. Se lo diré.
—Chao, Miley.
— Adiós.

Miley colgó el teléfono y se volvió muy despacio, llevándose las manos a las sienes.

—Genial —masculló—, sencillamente genial.

Nick se quedó mirándola un momento sin comprender.

—¿Qué?, ¿qué ha pasado?
—Liam y Neave se han comprometido.
—¡Pero eso estupendo! —exclamó Nick sonriendo—¿o no lo es? —finalizó inseguro al ver la expresión de ella.
—No me has dejado acabar: se han comprometido, y van a venir de visita… mañana, y van a quedarse varios días —replicó Miley, lanzando los brazos al aire y saliendo de la cocina como un torbellino.

Nick le dio alcance en el porche.

—¿Y qué tiene eso de malo? —inquirió entornando los ojos. Tenía un mal presentimiento. ¿Y si Miley todavía estaba enamorada de él?
—¿Que qué tiene de malo? —exclamó ella incrédula, volviéndose hacia él y poniendo los brazos en jarras—. Pues, no sé, déjame pensar… La mitad del pueblo piensa que somos amantes, esto de los besos se nos está yendo de las manos… ¡y ahora Liam viene con su prometida a hacernos una visita! —se quedó mirándolo furibunda—. Dime, ¿cómo diablos vamos a explicárselo?
—Em… —murmuró Nick, pasándose los dedos por el oscuro cabello y revolviéndolo.

Estuvo a punto de decir: «¿Y qué más da que se entere?», pero las palabras no llegaron a cruzar sus labios. Liam era su amigo, y no estaba seguro de cómo reaccionaría ante la idea de que él y ella pudieran estar en el comienzo de una relación. No, no podía hacerle daño.

—¿«Em»? —repitió ella—. ¿Es eso todo lo que tienes que decir? Genial, sencillamente genial.
—Bueno, bastará con que actuemos como si no hubiéramos hecho esa apuesta mientras él esté aquí.
—¿Y qué hacemos con los vecinos? ¿Sobornarlos para que no mencionen lo maravilloso que es vernos juntos? Buen plan —le espetó irritada. Nick frunció el entrecejo contrariado.
—Bueno, bueno, cálmate. Le diremos a Liam que los rumores sobre nosotros están llegando a cotas insospechadas, y no pasará nada. Nos comportaremos con normalidad. Además, Liam ni se fijará en nosotros. Solo tendrá ojos para Neave.
—¿Cómo puedes decir que nos comportaremos con normalidad, cuando tú no te has comportado de un modo normal desde que regresé de Estados Unidos? —le espetó Miley incrédula, sacudiendo la cabeza—. Además, esta ridícula apuesta nos está afectando. Las cosas están cambiando, ya nada es como era antes…
—¿Y a qué crees que se debe eso, Cyrus? —inquirió él avanzando hacia ella y mirándola muy serio.

Miley resopló.

—¡Pues a que nos sentimos atraídos físicamente el uno por el otro, pedazo de tonto! —le gritó exasperada.

Al darse cuenta de lo que le había dicho, la pobre Miley se tapó la boca con las manos, poniéndose como la grana. Claro que era la verdad, porque en esas últimas semanas había empezado a ver realmente a Nick, como un hombre, no solo como a un amigo, y era tan extraño…

—¿Miley? ¿Me estás oyendo? —dijo Nick agitando una mano delante de su cara para hacerla volver a la Tierra.
—¿Eh?

Nick sonrió malicioso ante la expresión confundida de su amiga.

—Vaya, vaya… Es la primera vez que veo a Miley Cyrus quedarse sin palabras —le dijo acercándose un paso más hacia ella—. ¿Estás bien?

Los grandes ojos verdes de la joven pestañearon, como tratando de enfocar la visión. El corazón le latía apresuradamente, y tuvo que aclararse la garganta antes de hablar.

—Creo que sí —respondió. Nick se quedó mirándola pensativo un instante.
—Sé que no te doy la razón muy a menudo —dijo esbozando una sonrisa—, pero me temo que ahora no me queda más remedio que hacerlo.
—¿En serio? —inquirió ella enarcando una ceja. El asintió.
—Sí. yo también me siento atraído por ti —confesó. Probablemente había sido así desde hacía años, pero era algo que aún se sentía reacio a admitir. No estaba seguro de que ninguno de los dos estuviese preparado para una revelación semejante—. La verdad es que he estado pensando bastante en ello, y, bueno, para ser honestos, no creo que lo que siento al besarte sea lo que creía que sentiría al besar a mi mejor amiga.
—A mí me pasa igual —dijo ella esbozando una sonrisa tímida—. Pero lo que te dije es verdad, besas muy bien —añadió. Entonces le tocó a Nick ruborizarse.
—Ya, bueno, supongo que todos tenemos algún talento oculto —murmuró riéndose.

Miley no pudo resistir la tentación de picarlo.

—Y además estás adorable cuando te sonrojas —le dijo. Su amigo frunció los labios.
—Pues yo lo odio. Los hombres hechos y derechos no se sonrojan… igual que se supone que no deben permitirse la clase de pensamientos de su mejor amiga que yo he estado teniendo últimamente.
—¿Qué clase de pensamientos son esos?

Estaban pisando arenas movedizas. Nick no estaba seguro de que debiera hablarle de esos pensamientos, pensamientos oscuros y ardientes en los que ambos hacían cosas que dos amigos jamás harían. Y lo peor era que aquellos pensamientos resultaban aún más excitantes precisamente por el hecho de que eran en cierto modo algo prohibido.

—Pensamientos adultos, Cyrus. La clase de pensamientos que un hombre tiene cuando encuentra atractiva a una mujer.

La joven bajó la vista al ancho tórax de Nick, para después volver a mirarlo a los ojos. Y, como una polilla atraída por la luz, se acercó más a él.

—¿Y en qué consisten exactamente esos pensamientos?
—Bueno, pues, ya que lo preguntas… —murmuró él acercándose también a ella hasta que sus cuerpos casi se tocaron—, supongo que comienzan con mirarte a los ojos para ver si tú sientes el mismo calor que siento yo dentro de mí —y lo hizo. Miley se notaba la garganta seca.
—¿Y qué ves?

Parecían estar saltando chispas entre ellos, como si al no llegar a tocarse, el calor del que hablaba él se hubiese incrementado diez veces. Nick sabía que estaban llegando a un punto sin retorno. Si seguían, no habría vuelta atrás, su relación cambiaría irremediablemente.

—Veo algo en ellos que nunca había visto antes —susurró en un tono seductor.
—¿Y qué es? —inquirió ella con voz ronca por la excitación. El cuerpo de Nick se puso tenso al instante.
—Es deseo, Miley, el deseo te ha atrapado, igual que a mí, ¿no es cierto?

Una sonrisa tímida se dibujó lentamente en los labios de la joven, y asintió con la cabeza.

—Me temo que sí.

Nick apartó el cabello del rostro de Miley, y la joven cerró los ojos, disfrutando del tacto de sus dedos.

—Nunca lo hubiera imaginado —murmuró.
—¿El qué? —inquirió Nick.

Movió la otra mano hacia el hueco de su espalda y la atrajo hacia sí, hasta que sintió sus curvas apretadas contra su cuerpo.

—Que pudieras resultar tan seductor —dijo ella alzando la barbilla y abriendo los ojos. Y, sin darse cuenta, se encontró de nuevo mirando sus labios, como hipnotizada. Se notaba la garganta tan seca que tuvo que tragar saliva.
—Pues aún no has visto ni la mitad de lo seductor que puedo llegar a ser —le susurró Nick, inclinando la cabeza hacia ella—. Tal vez debería mostrártelo.

Miley sentía el cálido aliento de Nick contra sus párpados.

—Sí, deberías…

En los labios de Nick se dibujó lentamente la sonrisa más sexy que Miley había visto en su vida.

—¿Sabes qué? —dijo él de pronto—. Esos pensamientos ilícitos que he estado teniendo… no hacían justicia a la realidad —murmuró rozando sus labios.

Aquel beso fue distinto, tal vez porque finalmente estaban siendo honestos consigo mismos y con el otro, porque no sentían la presión de comportarse de un modo distinto de como se sentían. Miley quería que Nick la besara, lenta y apasionadamente, y él estaba más que dispuesto a complacerla.
Se tomó su tiempo, explorando la forma y textura de sus labios… tan dulces, tan suaves…
Cuando la punta de la lengua de la joven rozó la suya, Nick sintió que su cuerpo se tensaba, y se sorprendió a sí mismo por la vehemencia con que respondió.
No hacía ni cinco minutos que habían admitido que se sentían atraídos el uno por el otro, y de pronto la pasión estaba haciendo mella en ambos con la fuerza de un titán. Era demasiado pronto, demasiado pronto… Aunque su cuerpo le exigía que satisficiera la necesidad que Miley había despertado en él, Nick sabía que tenían que ir poco a poco. Aquellas emociones eran demasiado nuevas, demasiado frágiles. Despegó sus labios de los de la joven y, con la respiración jadeante, apoyó su frente contra la de ella.

—Dios… —murmuró maravillado.

Miley también respiraba entrecortadamente, pero logró esbozar una sonrisa y murmurar:

—Lo mismo digo. No se nos da mal esto de los besos, ¿eh?
—No, nada mal.

Se quedaron un instante en silencio, abrazados, hasta que Miley se apartó lentamente de él.

—Respecto a Liam… —comenzó insegura.

Pero Nick la miró a los ojos, invitándola a continuar.

—¿Qué quieres que hagamos?

Miley inspiró profundamente, se dio la vuelta, puso las manos en la barandilla del porche, y observó los árboles en la distancia.

—No sé qué pensarás tú —dijo finalmente—, pero para mí esta atracción es algo nuevo y difícil de afrontar, y no creo que pueda hacerlo con Liam aquí, después de lo que hubo entre nosotros. Además, no sé cómo reaccionaría él, sobre todo si tuviéramos que explicarle cómo empezó esto.

Nick no dijo nada durante un buen rato.

—No voy a pretender que no me molesta tener que ocultarlo, Cyrus, pero si es lo que quieres, respetaré tu decisión —le respondió al fin. Miley seguía de espaldas a él.
—Bueno, es solo que… quiero decir… nosotros mismos no sabemos adonde nos llevará esto. ¿Quién sabe? Tal vez acabemos no queriendo volver a vernos el uno al otro.

Nick frunció el ceño, y su voz sonó muy seria.

—Miley, yo nunca dejaré de ser tu amigo, nunca.

La joven se volvió hacia él con una sonrisa triste.

—Jonas, ya nunca seremos los mismos después de esto, y eso es lo que más me asusta de todo.
—Pase lo que pase yo siempre estaré aquí para ti. Miley, igual que lo he estado hasta ahora. No pienso irme a ninguna parte.
—Ojalá tengas razón —murmuró ella. Se quedó mirándolo un momento con la misma sonrisa melancólica. Nick siempre había sido su «roca»—. Para ti nada es complicado, ¿verdad?
—Solo el tratar de comprender a las mujeres —confesó Nick riéndose suavemente.

Miley le acarició la mejilla y sonrió.

—Bueno, supongo que ya no hay vuelta atrás, así que no tenemos otro remedio que seguir adelante y ver qué ocurre. Pero no lo hagamos más difícil metiendo a Liam en esto, ¿de acuerdo?

Nick asintió con la cabeza y le apretó la mano.

—De acuerdo, pero no pienso ocultarme en las sombras para siempre —le advirtió— No tenemos que avergonzarnos de nada, Miley.
------------------------
Hey! espero que les haya gustado los capis, :) 
Esta nove es hermosa♥ no dejaré nunca de decirlo, jaja :p


Bueno, mil gracias por sus lindos comentarios de la nove 'Como Odio Amarte' en verdad, son increíbles :D


Tenganme un poquito más de paciencia con las noves, he estado algo ocupada... las amo.
Besos, Ale.

2 comentarios:

  1. Amo esta nove cada vez esta mejor y con la venida de liam qiensabe qe pasara!!! Espero mas capis estos estuvierpn geniales!!! Besitoss!

    ResponderEliminar
  2. =D wiiii....
    que emoción!!
    esta nove esta cada dia mas picante....
    ojala liam se casé pronto y los descubra... heheheh
    buenisimos los caps.... siguela siguela siguela!

    ResponderEliminar

¡No olvides comentar!(:
Gracias por tomarte unos segundos de tu tiempo♥
Y más por leer mis noves, un beso!