domingo, 28 de abril de 2013

The DUFF ; Cap 35.

Estuve pensando en Nick durante dos días, me puso en un estado de ánimo más lamentable de lo habitual.

No quería pensar en él. Quería pensar en Douglas, obviamente era demasiado bueno para mí. Se podría decir que estaba de mal humor, pero en lugar de hostigarme acerca de la causa, sólo me apretó la mano, me dio un beso en la mejilla y compró un dulce con la esperanza de hacerme sonreír de nuevo. ¿Cómo podría yo estar pensando en otro hombre, un egoísta molesto, y mujeriego, cuándo tenía una persona maravillosa justo en frente de mí?

Tal vez alguien tenía que darme una bofetada o seguir un tratamiento de electroshock como a la gente loca en el cine. Que me hubiera traído a mis sentidos.

Pero Nick parecía estar en todas partes. Cuando iba hacia al coche, en el aparcamiento del instituto o delante de mí en la fila del almuerzo. Es muy difícil olvidar a alguien cuando lo ves constantemente. Era muy, muy duro. Por un segundo, en realidad me pregunté si podría estar haciendo esto a propósito, como una especie de acoso o algo así, pero abandoné la idea cuando me di cuenta de que ni siquiera me miraba. Como si estuviera lo bastante enfadado por todas las cosas que le había dicho.

Debería haber sido un gran alivio no tener esos ojos espeluznantes sobre mí, pero no lo era en absoluto. 
Me dolía. 
Cada vez que veía a Nick, me invadía una oleada de emociones: ira, tristeza, dolor, irritación, pesar, lujuria y lo peor de todo, culpa. Sabía que no debería haber dicho esas cosas sobre sus asuntos, incluso aunque fueran ciertas.

Y a pesar de mi deseo de pedir disculpas, yo mantuve la boca cerrada. Honestamente, yo no habría tratado eso sabiendo que era una persona terrible por hacerle sufrir a través de otra conversación incómoda con él.

Aunque no había podido evitar la conversación con su hermana. Yo estaba en la biblioteca una mañana, tratando de encontrar un libro que no fuera de vampiros románticos o los niños que vuelan sobre los dragones, cuando Ariana se acercó a mí. Lo juro, ella estaba tan malditamente tranquila que no tuve oportunidad de escapar. En un minuto yo estaba sola, al siguiente estaba a mi lado. Caí en una emboscada.

—M...Miley balbuceó ella. Se retorcía las manos y miraba al suelo, como si fuera a hablarme y yo fuera a matarla.
—Oh. Eh, eh, Ari... —dije poniendo en la estantería el libro que estaba mirando. —¿Qué pasa? —dije mirando la estantería, fingiendo que estaba eligiendo un libro.

Yo no quería mirarla. Por un lado, se parecía demasiado a su hermano y yo estaba tratando y fallando miserablemente de olvidarme de él. Por otra parte, no podía soportar mirarla. No es que yo pudiera culparla. Bueno, está bien, realmente no podía imaginar a la tímida Ari rompiendo cualquier cosa, pero aún así.

-Yo, um... tengo algo que decirte —dijo, tratando de mantener un tono de voz tranquilo.

O tal vez Aro estaba enfada conmigo por facilitar a Nick su "Estilo de vida". Tal vez quería culparme de la distancia entre ellos.

Si ese fuera el caso, yo quería defenderlo. Para decirle que su abuela tergiversaba lo que decía Nick. El hecho de que no era un chico malo y definitivamente no era un mal hermano. Pero yo no sabía si involucrarme. No era yo la que tenía que arreglar sus problemas familiares.

Ya no era parte de mi vida.

—Está bien. Dime.

¿De qué se tratará?, pensé.

—Yo... quiero... Respiró profundamente.— Gracias.
—¿Qué?  Me di la vuelta para mirarla. Ciertamente yo no la había oído bien. De ninguna manera.
—Gracias —Repitió.— Por Nick. Él...él ha cambiado mucho y sé que tiene que ser por tu culpa. Yo...aprecio eso, así que gracias.

Antes de que pudiera pedir una explicación detallada, Ariana se dio la vuelta y se apresuró para salir, con sus rizos castaños a sus espaldas. Me quedé de pie en medio de la biblioteca, totalmente confundida. Y se puso peor después de ese día.

Cuando Nick dio a la vuelta a la esquina, después del almuerzo, mientras yo estaba cogiendo mis cuadernos de mi taquilla, no me sorprendió realmente.

Como he dicho, estaba en todas partes. Nicole estaba con él, aferrándose a su brazo y tocándose el pelo como la chica de un anuncio de champú. Ella se reía, pero podría haber apostado que todo lo que Nick le había dicho no era tan divertido. Ella lo hacía para inflar su ego...como si fuera necesario hacérselo más grande.

—Por aquí. —se rió ella, tirando de él a diez pies de mí.
—Quiero hablar contigo.

¿Hablar? Pensé. No era probable.
Lo juro, yo trataba de no escuchar. Yo sabía que oiría el coqueteo, no funcionó, oí la voz chillona de Nicole, ellos estaban muy cerca de mí y mi parte masoquista, no podía detenerme. Empecé a colocar los libros de texto en el fondo de mi taquilla, tratando de hacer ruido suficiente como para que yo no fuera capaz de oír su conversación.

—¿Qué vas hacer en el baile? —preguntó Nicole.
—No tengo ningún plan. —respondió Nick..

Dejé caer mis apuntes con un pequeño estruendo, con la esperanza de que, incluso si no podía ahogar sus palabras, por lo menos que se dieran cuenta que estaba allí y se fueran con sus sesiones de ligoteo a otro lugar. Quiero decir, no estaban retozando todavía, sin embargo, yo sabía que no pasaría mucho tiempo hasta que empezaran.

—Bueno, —dijo Nicole, o bien no me vio o bien le dio igual.— Pensé que tal vez podríamos ir juntos.

No tenía por qué mirar hacia ellos para saber que estaba acariciando el brazo de Nick con sus largas uñas. Nicole utilizaba los mismos movimientos con cada chico.

—Pensé que tal vez después del baile podríamos tener un poco de tiempo a solas... en algún lugar, tal vez...

Tuve el deseo serio de vomitar. Agarré mis libros, di un golpe cuando cerré mi casillero y me marché hacia la clase que me tocaba, no quería oír a Wesley decir que sí. Que lo hagan uno con otro -pensé con amargura. Ojala cojan una enfermedad de transmisión sexual. Al diablo con él. Pero él contestó antes de que pudiera alejarme lo suficiente.

—No lo creo, Nicole.

Me quedé helada.

¿Qué? ¿Qué? Rebobinen un segundo, por favor. ¿Nick realmente rechazo a una chica?
Una chica que estaba perfectamente dispuesta ¿Tenía mierda en el cerebro? Tenía que estar soñando. Nick parecía estar experimentando una reacción similar.

—¿Qué?¿Qué quieres decir?
—No estoy interesado. —dijo Wesley— Pero estoy seguro de que tienes un montón de chicos a quienes les encantaría salir contigo. Lo siento.
—Oh. —Dijo Nicole con una mirada de dolor y sorpresa.— Bueno, está bien. No es un problema. Sólo quería pedírtelo.

Ella dudó por un segundo.

—¿Supongo que te veré más tarde? Tengo que ir a clase. Adiós.

Y se fue por el pasillo, obviamente confundida.

Ella no era la única. ¿Fue esta una de las diferencias de las que Ari había estado hablando? ¿Nick estaría intentando ser menos hijo de puta? Si es así, ¿cómo que era por mi culpa?

Me quedé mirando a Nick. Entonces, por primera vez en días, él me miró. 
Sus ojos se encontraron con los míos. 
Una débil sonrisa se dibujo en su boca, pero la expresión de sus ojos era ilegible.

Me di cuenta de que no estaba enfadado, sin embargo. Este hecho envió un alivio instantáneo a través de mi cuerpo. Saber que no estaba enfadado conmigo hizo que me sintiera un poco menos culpable... pero no del todo. Y en ese segundo, cuando sostuvo la mirada, pensé en hablar, en pedirle disculpas. Lo pensé, pero no dije ni una palabra.

Nick dio un paso hacia mí, y de repente recordé quién era yo, quién era él.

Aunque el rechazo de Nick a Nicole era sin duda sorprendente, no cambiaba el hecho de que yo no tenía una oportunidad con él, que nunca querría una verdadera relación... especialmente conmigo. Y también estaba el hecho de que yo estaba saliendo con Douglas. Además, yo sabía que hablar con Nick me iba a complicar mi vida otra vez. Yo no me castigaría otra vez. Me di la vuelta y eché a correr por el pasillo, fingiendo no oír como me llamaba.

Paré un poco cuando doblé la esquina del pasillo y vi a Douglas ¿mi novio? Yo no estaba segura de como funcionaba esto, él estaba esperando al lado de las máquinas expendedoras. Me sonrió, y me di cuenta de que realmente estaba contento de verme. ¿Estaba yo igualmente feliz de verlo? Era yo. Claro que lo era, pero la sonrisa en mi cara era artificial.

Douglas uso su brazo alrededor de mis hombros cuando me acerqué.

—Hola.
—Hola. —suspiré.

Se inclinó y me besó en los labios antes de preguntar; 

—¿Quieres que te acompañe a clase?

Miré por encima del hombro al pasillo vacío.

—Claro, —murmuré, mirando hacia adelante de nuevo. Incliné mi cabeza sobre su hombro.— Eso suena... perfecto.

Unos días más tarde, me encontré con Demi esperando por mí después de la clase de cálculo.

—¿Podemos hablar mientras que empieza Inglés? —preguntó ella sin la sacudida habitual en su paso o su giro de pelo. Me di cuenta de que algo pasaba por la manera en que se mordía el labio inferior.
—Uhm, sí —dije, cambiando mis libros bajo el brazo derecho.

Mi amiga siempre estaba alegre y ahora parecía inquieta.

—¿Pasa algo?
—Tal vez...en realidad, no.

Fuimos por los pasillos llenos tratando de no pisar los pies de demasiadas personas.
Esperé a que Demi hablara, mi curiosidad y ansiedad fue en aumento. Realmente quería decir: ¡Date prisa! Cuéntame. Por suerte, ella empezó a hablar antes de que mi poca paciencia se agotara.

—Se trata de Douglas y tú. Yo no creo que tengan nada común. —lo dijo tan rápido que no estaba segura de si yo había oído bien en un primer momento—Lo siento, Miley. —se quejó ella— No es mi problema, pero no veo chispa, ¿sabes? y Selena está totalmente en desacuerdo conmigo. Ella dice que es mejor con Douglas y podría tener razón, pero...no sé. No pareces tú cuando estás con él. Por favor, no seas loca.

Negué con la cabeza, tratando de luchar contra mi repentino deseo de reír. ¿Eso era todo? ¿Eso era lo que a ella le preocupaba? Pensé seriamente que alguien iba a morir o que su madre le había prohibido ir al baile de graduación. En cambio, resultó que estaba preocupada por mí. 

—Demi, no estoy enfadada contigo en absoluto.
—Ah, bueno, —suspiró ella—Tenía mucho miedo de que te enfadaras.

Ouch. ¿Era una perra? ¿Era tan horrible que una de mis mejores amigas tuviera tanto miedo de darme su opinión, porque yo podría montar en cólera o algo así? Dios, me hizo sentir como una mierda. 

—No es que no me guste Doug, —continuó Demi.— Él es dulce, bueno y sé que tú necesitas algo después... después de lo de mi hermano.

Mi corazón dejo de latir por un segundo. Paré en seco y me sentí aturdida por un momento. 

—¿Cómo...? —logré susurrar.
—Lucas me lo dijo —dijo ella— Yo le estaba hablando de mis amigos cuando tu nombre apareció, y me contó lo de ustedes, hace unos años. Se siente horrible ahora, y quería pedirte disculpas, pero yo no quise. Lo siento, Miles. Debe ser muy duro ser mi amiga después de lo que Lucas te hizo.
—Eso no es culpa tuya.
—Simplemente no puedo creer que no dijeras nada. Debiste decírmelo cuando te enteraste que Lucas venía de visita. ¿Por qué no lo hiciste?
—No quiero que pienses mal de tu hermano —le dije.— Yo sé lo que lo admiras y no quería arruinar eso.

Demi no dijo nada. Dio un paso adelante y me abrazo fuerte, tan cerca de ella como humanamente era posible. Era un poco incómodo al principio, sobre todo teniendo en cuenta el hecho de que los pechos gigantes de Demi casi me ahogaban, pero poco a poco dejo de abrazarme. Mis brazos se deslizaron por su cintura, devolviendo el abrazo.

Saber que sí existía alguien, que me abrazara así, sin nada que ganar, me hizo sentir como una de las personas más afortunadas del mundo.

—Te quiero, Miley.
—Um, ¿qué fue eso?

Demi me soltó y dio un paso atrás. 

—Te quiero, —dijo— A ti y a Selena. Eres la mejor amiga que he tenido, y yo no sé dónde estaría si ustedes dos no hubieran estado a lo largo de mi segundo año. Probablemente aún estaría dejando que algunas chicas se metieran conmigo. —miró a sus pies— Ustedes siempre me intentan proteger, incluso lo hiciste cuando no me contaste lo de mi hermano. Y quiero hacer lo mismo por ti.
—Demi, qué buena eres.
—Es por eso que te estoy diciendo esto, —prosiguió— Sé que Douglas es agradable y le gustas, pero no veo una conexión. Quiero decir, que me alegro de que estés pasando tiempo conmigo y con Selena de nuevo, y yo creo que es genial que pase tiempo con nosotras, a veces, pero lo que importa es que tú seas feliz. Podrías ser feliz, pero no crees que puedas. —ella respiró profundamente y tiró del dobladillo de su falda con estampados florales.— No quiero hablar de esto, pero... he escuchado algunos rumores acerca de Nick últimamente.

Me mordí el labio. 

—Oh.
—Él no ha estado con chicas últimamente —dijo— No lo he visto con ninguna y pensé... —me miró con sus amplios ojos color chocolate,— Pensé que tal vez te gustaría saberlo. Osea, yo sé que sientes algo por él y...

Negué con la cabeza. 

—No. —dije— no es tan simple.

Ella asintió con la cabeza. 

—Está bien, —dijo— Yo sólo pensé que te interesaría.

Suspiro y me sonrió. La cogí de la mano y nos fuimos a clase de inglés.

—Está bien. Agradezco realmente tu consejo. Y se que podrías tener razón... sobre mí y Douglas. Pero esto es sólo la escuela secundaria. Sólo estamos saliendo. No es que yo este buscando un marido o lo que sea. No creo necesario que te preocupes por mí. Estoy bien.
—Selena dice que por lo general mientes cuando dices que... —Dijo Demi.
—No le hagas caso.

Solté la mano de Demi mientras caminábamos hacia la clase de inglés, decidida a evitar responder a la acusación. Que resultó ser la verdad. Tuve la oportunidad de fingir distracción .Bueno, no era del todo falso.

Me di cuenta de que había un trozo de papel en mi mesa. Me senté y lo cogí, suponiendo que era de Selena. ¿Quién más me escribiría una nota? Pero Selena siempre dibujaba una cara sonriente sobre la i de mi nombre, la escritura era pequeña, cursiva, y sin rostro.

Confundida, desdoblé el papel y leí la frase garabateada en la parte superior.
“Nick Jonas no persigue a las chicas, pero te estoy persiguiendo a ti”.



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Holaaaa :D
¿Como han estado? Bueno, yo bien y extrañando mucho escribir :c Por la escuela ahorita no he podido escribir en absoluto.
En las vacaciones de semana santa pude escribir pero solo un poco desafortunadamente /: Así que creo que la espera sera un más larga T.T
Mil gracias por la paciencia que me dan y espero que sigan apoyándome, en verdad lo aprecio♥♥
Igual, gracias por comentar :'D * Jesús se los pagara XD*
Espero que les hayan gustado estos capis(: Ya casi se acerca el final de esta nove, así que no dejen de leerla :D
Les mando muchos besos♥ Bye!
Ale.

The DUFF ; Cap 34.


—Oh Dios. —murmuré mientras Douglas y yo hacíamos un frenético intento por desenredarnos. Se arrastró fuera de mi cama y recogió su camiseta del suelo, su rostro estaba escarlata. Me agaché y cogí mi camiseta. — ¿Nick, que haces aquí? —Demandé.
—La puerta no estaba cerrada, —dijo él— No me oíste llamar… Ahora puedo ver por qué.

Sus oscuros ojos chocolate reflejaban sorpresa, convirtiéndose rápidamente en disgusto, y miraban directamente a Douglas.
¿Por qué estaba sorprendido?
¿Porque pensaba que nadie más podía retozar con la Duff?

—¿Pero qué estás haciendo aquí? —pregunté, sintiendo una súbita oleada de ira corriendo por mis venas. Me puse mi camiseta y me puse de pie.

—No me contestaste el teléfono. —murmuró Nick— Estaba preocupado, pero pareces estar muy bien. —fulminó con la mirada a Douglas por un momento antes de mirarme a mí de nuevo— Fue mi error.

Ahora era él el que parecía enojado.
Enojado y herido.
No lo entendía.
Miré a Douglas. Su camiseta estaba puesta y abotonada, y estaba mirando incómodamente a sus pies. 

—Oye, —dije. Me miró.— Volveré enseguida, ¿estás bien?

Él asintió.
Empujé a Nick hacia el pasillo con una mano y cerré la puerta detrás de mí con la otra.

—Dios Nick, —siseé, irritada mientras bajábamos las escaleras.— Siempre supe que eras un pervertido, ¿pero espiarme? Eso es un poco espeluznante.

Asumí que diría algo a eso. Algo arrogante y presuntuoso. O tal vez simplemente me fastidiaría, como siempre hacía. Pero solo me miró, había una expresión seria en su rostro. En absoluto no lo esperaba de Nick.
Silencio.

—Entonces, —dijo al final— ¿Tú y Booth están juntos?
—Sí. —contesté inquieta— Lo estamos.
—¿Cuándo ocurrió eso?
—La semana pasada… No es que sea asunto tuyo.

Otro golpe. Otro intento de hacer esta conversación normal. Pero no pico el anzuelo. 

—Cierto. Lo siento. —Sonaba tan incómodo. No parecía el tranquilo y confiado Nick al que estaba acostumbrada.

Otro silencio embarazoso.

—¿Por qué estás aquí, Nick?
—Te lo dije, —dijo él— Me preocupé. Me estuviste evitando durante la semana pasada en la escuela y cuando te llamé hoy, no respondiste. Pensé que tal vez te había pasado algo con tu padre. Entonces vine para asegurarme de que estabas bien.

Me mordí el labio inferior, una oleada de culpa se tendía sobre mí. 

—Eso es dulce, —murmuré.— Pero estoy bien. Papá se disculpó por lo de la otra noche, y está asistiendo a reuniones de A.A ahora, así que…
—¿Así que no ibas a decírmelo?
—¿Por qué tendría que hacerlo?
—¡Porque me importa! —gritó Nick. Sus palabras chocaron dentro de mí, aturdiéndome por un segundo— ¡He estado preocupado por ti desde que dejaste mi casa hace una semana! Ni siquiera dijiste porque te ibas, Miley. ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Solo asumir que ibas a estar bien?
—Dios. —Murmuré.— Lo siento. Yo no…
—¡Me estoy preocupando por ti, y tu estás jodiendo con ese pequeño pretencioso!
—¡Oye! —Grité— No metas a Douglas en esto.
—¿Por qué me estuviste evitando? —preguntó.
—No te estuve evitando.
—No mientas —dijo Nick— Estuviste haciendo todo lo que pudiste para mantenerte lejos de mí. Tú ni siquiera me miras en clase y prácticamente corrías a toda velocidad cada vez que me veías llegar. Incluso cuando me odiabas, no actuabas así. Tal vez me amenazaste con apuñalarme, pero tú nunca...
—Todavía te odio —Le gruñí— ¡Eres exasperante! Actúas como si te debiera algo. Lamento haberte preocupado, Nick, pero simplemente no puedo estar contigo nunca más. Me ayudaste a escapar de mis problemas por un tiempo, y aprecio eso, pero tengo que afrontar la realidad. No puedo seguir huyendo.
—Pero eso es exactamente lo que estás haciendo ahora —Siseó Nick— Estás escapando.
—¿Disculpa?
—No lo hagas Miley —dijo— Eres más inteligente que eso y yo también. Finalmente entiendo lo que quisiste decir cuando te fuiste. Dijiste que eras como Hester. Ahora lo entiendo. La primera vez que viniste a mi casa, cuando escribimos ese ensayo, tú dijiste que Hester estaba tratando de escapar. Pero todo atrapó a Hester al final, ¿cierto? Bueno, algo te atrapó finalmente, pero tú simplemente estas huyendo de nuevo. Sólo que él, Nick apuntó hacia mi habitación— Es tu escape esta vez. —Dio un paso más hacia mí, forzándome a estirar mi cuello aún más para ver su rostro.— Admítelo, Duffy.
—¿Admitir qué?
—Que estas escapando de mí, —dijo— Tu te diste cuenta de que estas enamorada de mí y te echaste para atrás porque te asustaste.

Me burlé como si fuese ridículo -deseando que fuese ridículo- y giré mis ojos, retrocediendo para enseñarle que no podía intimidarme, que no estaba en lo cierto.

—Oh por Dios. Supéralo. Eres tan condenadamente dramático, Nick. Esto no es una maldita telenovela.
—Tú sabes que es cierto.
—Incluso si lo fuera —grité— ¿qué importancia tiene? Puedes dormir con cualquiera, Nick. ¿Entonces qué, si me alejé? ¿Entonces qué, si tengo sentimientos por ti? ¡Sólo fui un polvo para ti! Nunca te comprometerías conmigo. Nunca te comprometerías con nadie, pero especialmente no con la Duffy. Tú ni siquiera me encuentras atractiva.
—Tonterías. —gruñó. Sus ojos se posaron en mi rostro mientras se movía hacia mí, otra vez.

Estaba tan cerca. Mi espalda estaba pegada a la pared y Nick estaba solo a unas pulgadas de mí. Había sido sólo una semana, pero parecían siglos desde que habíamos estado en esta clase de proximidad. Un escalofrío corrió por mi espalda mientras recordaba la forma en que sus manos se sentían sobre las mías. La forma en la que él siempre me hacía sentir deseada, incluso llamándome la Duff. ¿Lo hacía? ¿Me hallaba atractiva a pesar del apodo? ¿Cómo? ¿Por qué?

—¿Entonces por qué me llamabas así? —susurré— ¿Sabes cuánto duele eso? Cada vez que me llamabas Duffy, ¿Sabes qué me hace sentir cómo una mierda?

Nick parecía sorprendido.

—¿Qué?
—Cada vez que me llamas así, —dije— me estás diciendo lo poco que piensas en mí. Lo fea que soy. Dios, como puedes posiblemente hallarme atractiva cuando me tiras abajo todo el tiempo. —siseé las últimas palabras con los dientes apretados.
—Yo no… Sus ojos mirando sus zapatos un momento. Podía decir que él se sentía culpable. —Miley, lo siento.. —miró a mis ojos de nuevo— Yo no quise... —su mano se acercó buscando la mía.
—No. —le corté, alejándome de él. Me deslicé y di un paso lejos de la pared. No iba a dejarme acorralar. No iba a dejar que él tuviera el poder aquí.— Sólo detente, Nick.

No importaba si una parte de él me hallaba atractiva. Eso no cambiaba las cosas. Yo era simplemente otra chica con la que él se había acostado. Una entre muchas.

—Yo no signifiqué nada para ti. —le dije.
—¿Entonces por qué estoy aquí? —dijo, girando su cara hacia mí.— ¿Por qué demonios estoy aquí, Miley?

Lo fulminé con la mirada. 

—Te diré por qué. Tus padres te dejaron solo, así que tú llenas tu vida con aventuras sin sentido. Con chicas con las que tú nunca tendrías algo serio; chicas que prácticamente te adoran, para que ellas no te abandonen. La única razón por la que estás aquí es porque no puedes aceptar la idea de que alguien más se haya alejado de ti. Tu sensible ego no puede manejarlo y es más fácil hacer que yo te extrañe que hacer que tus padres regresen a casa.

Él estaba sin palabras, sólo mirándome con su mandíbula visiblemente tensa, por unos segundos.

—¿Acerté, Nick? —Escupí— ¿Acaso te entiendo tan bien como tú piensas que me entiendes?

Me fulminó con la mirada por unos minutos, largos minutos, antes de retroceder un paso.

—Está bien. —murmuró— Si es eso lo que quieres, me iré.
—Si. —dije— Deberías.

Se giró y abandonó la casa. Oí la puerta delantera cerrarse y supe que se había ido. Para bien. Respire lenta y profundamente para aclarar mi cabeza y caminé hacia mi habitación, donde Douglas me estaba esperado.

—Hola. —suspiré, sentándome en la cama, a su lado.— Lamento esto.
—¿Qué ocurrió? —él preguntó— No había estado escuchando a hurtadillas, pero había habido muchos gritos. ¿Estás bien?
—Estoy bien. —dije— Es una larga y complicada historia.
—Bueno, si alguna vez quieres hablar de ello —Douglas me sonrió nervioso.— Tengo tiempo para escuchar.
—Gracias, —dije.— Pero estoy bien. Todos tienen ropa sucia, ¿cierto? —"Bueno, todos excepto tú, Toby."
—Cierto —estuvo de acuerdo. Se inclinó y me besó suavemente.— Lamento que nos hayan interrumpido.
—Yo también.

Me besó, pero no pude disfrutarlo. Solamente seguía pensando en Nick. Le había visto tan herido. Pero eso es lo que quería cuando lo dejé, solo un poco, ¿cierto? ¿Por qué me extrañara? Traté de olvidarlo, queriendo perderme en los brazos de Dogulas. Pero no pude.

No de la forma en la que me era posible perderme con Nick.

Me aparté, repugnada conmigo misma. ¿Cómo podía pensar en Nick cuando estaba besando a un chico como Douglas Booth? ¿Cuál era mi problema?

—¿Ocurre algo malo? —preguntó Douglas.
—No es nada. —mentí— Simplemente… Probablemente deberíamos comenzar la búsqueda para nuestras redacciones.
—Tienes razón. —Para nada parecía irritado u ofendido o rechazado. Modales perfectos.

Una sonrisa perfecta. El chico perfecto.

¿Entonces por qué no podía ser perfectamente feliz?


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No sé ustedes, pero este es uno de mis capis favoritos♥
Espero que les haya gustado y por favor comenten (: