Dos horas más tarde, Miley, Joe y Demi se sentaban
en la cubierta de popa en sillas de plástico con las piernas sobre la
barandilla sosteniendo cañas de pescar. La proa estaba firmemente encallada en
la arena de una pequeña isla remota, y habían clavado estacas en la playa para
sujetar las amarras y obtener con ello una mayor estabilidad.
Nick se había encargado de hacer encallar el barco
y había ayudado a Joe a clavar las estacas y amarrar las cuerdas. Después
había subido a bordo pretextando que tenía que escribir unos informes y había
desaparecido mientras los demás se daban un baño.
-Deberíamos de haber comprado cebo vivo -dijo Miley, dando un trago de cerveza.
-Estoy de acuerdo. -dijo Demi- Estos cebos puede
que sean los mejores de la Jefferson, pero no parecen impresionar a los peces
del Lake Mead.
-Quiero probar algo -dijo Joe dándole su caña a
Demi- Sujétame esto un momento, volveré enseguida.
-Muy bien. De todas formas no pican.
Miley se alegró de poder estar a solas con su
hermana. Quería preguntarle su opinión sobre su proyecto de yoga, pero no
quería que Joe ni Nick, especialmente Nick, se enteraran y lo echaran por
tierra.
-Escucha. Antes de que vuelva Joe quiero hablar
contigo sobre una idea que he tenido.
-Por favor dime que no se trata de la inseminación
artificial.
-¿Qué?
-No lo hagas, Miley. He visto esa mirada anhelante
en tus ojos y cuando pones esa cara significa que estás a punto de cometer una
locura. Ya sé que eso de estar embarazada parece muy divertido, pero no tienes
unos ingresos fijos y criar a un niño sola es bastante difícil... así que...
-¡Ya vale, Dem! ¡Si ni siquiera se me había
ocurrido! Tengo que ordenar mi vida antes de pensar en traer otra a este mundo.
Y además me gustarla encontrar primero a un hombre. Así que, -sonrió triunfante- ¿cuántos puntos me das por mi cordura?
-Bien hecho, soldado. -contestó Demi chupándose un
dedo y dibujando tres palitos sobre la espalda de su hermana.
-¡Dios!, me acuerdo de papá haciendo ese mismo gesto.
¿Te acuerdas de cuando nos adjudicaba puntos?
-Sí, y tú lo adiabas porque yo siempre tenía más que
tú.
-Creo que cuando él comenzó a darnos puntos yo decidí
no hacerme nunca un soldado. Pero llega un momento en el que... No te rías
pero... estoy pensando en profundizar en mis estudios de yoga y abrir una
academia propia, Demi.
-No me estoy riendo. ¿Necesitarías un capital muy
importante para empezar?
-No, no necesitaría un gran capital para empezar. Puedo
comenzar desde abajo, utilizando ideas creativas y baratas para anunciarme. Me
asusta, pero la verdad es que estoy comenzando a pensar en mi futuro, en tener
una vocación honesta que me dé frutos.
-Mi primera impresión es que es una idea excelente.
Definitivamente eres de ese tipo de personas que se dan empleo a sí mismas.
-Gracias, yo también opino así.
-Y mamá se sentirá aliviada de saber que no
pretendes quedarte embarazada en un banco de semen.
-¿Es que mamá también pensaba que quería tener un
niño?
-Cree que tienes la intención de meter tus narices
en lo que yo estoy haciendo.
-Ya no me entrometo.
-¿Te acuerdas de aquellos pececillos del acuario?
-Pero eso no fue culpa mía.
-¿Quién metió esos peces hambrientos en la pecera
cuando yo no estaba en casa? ¿Quién se comió a Myrtle, Harry, Genevieve y Bernie?
Tú.
-Pensé que un pez ángel sería mucho más bonito que
esos pececillos tuyos. Yo no sabía que se los comería.
-Ya están hablando de comer peces. Yo también
quiero. -dijo Joe saliendo a cubierta y sentándose cerca de Demi- Y espero
que pesquemos algo un poco más grande que un pececillo de acuario. ¿Quién de ustedes quiere ayudarme a probar este nuevo anzuelo? -preguntó enseñando dos
sartas de abalorios y plumas iridiscentes.
-¡Pero Joe, no uses eso! Te prometí que me los
pondría. Es sólo que me cuesta un poco acostumbrarme.
-¿Son pendientes? ¡Son preciosos! -exclamó Miley.
-Fue una idea que se me ocurrió, así que hice un par
para Demi, pero la verdad es que a ella no le gustan. Prefiere las perlas y
los diamantes.
-Yo no, yo creo que son perfectos. Y si quieres ponerlos
en el anzuelo será pasando por encima de mi cadáver. Dámelos.
-Son tuyos. -contestó Joe alcanzándoselos por
encima de Demi con una enorme sonrisa.
Miley se quitó los pendientes que llevaba y se puso
los que su cuñado le ofrecía.
-¿Qué tal?
-Muy de tu estilo - afirmó Demi.
-¿Lo dices en el buen o en el mal sentido?
-En el buen sentido. -contestó Demi apretándole la
rodilla- He viajado un largo camino para estar con mi Miles. El teléfono está
bien, pero quería verte cara a cara.
-¿Echas de menos a papá y a mamá?
Demi asintió, y sus ojos se humedecieron ligeramente.
-¡Maldita sea, estamos todos tan lejos! Me gustaría
que vivieran aquí.
-Yo podría vivir aquí sin problemas. -contestó Joe
reclinándose sobre la silla.
-Me imagino que Nick en cambio sería incapaz -añadió Miley- ¿Está todavía delante del ordenador?
-Así es, triste pero cierto. -contestó Joe.
-No puedo comprenderlo. -comentó Miley dando otro
trago- Trabajando con ese estúpido ordenador cuando aquí fuera se está de
maravilla.
-Para ser sinceros yo también esperaba otra cosa.
Antes le encantaba pescar -añadió Joe-Parece como si estuviera intentando
evitarnos.
-¡Qué raro!- exclamó Miley.
-Sí -contestó Demi mirando suspicaz- a menos
que...
-¿A menos
que qué? ¿Por qué me miras de ese modo, Demi?
-Ese bañador rojo que llevas es dinamita.
-No cambies de tema.
-No, no estoy cambiando de tema. Te pusiste el
bañador mientras ellos clavaban las estacas, ¿recuerdas?
-Bueno, ¿y qué? Era el momento más adecuado para
desnudarme sin que nadie me viera, así que aproveché la oportunidad. No se
puede decir que gocemos precisamente de mucha intimidad en el barco, por si no
te habías dado cuenta.
-Sí, ya me he dado cuenta. Pero también me he dado
cuenta de cuál ha sido la reacción de Nick al aparecer tú con ese bañador.
Estaba babeando.
-No te creo. -dijo Miley ruborizándose ligeramente.
-Sólo tienes que hilvanar los hechos. -continuó Demi- Justo cuando apareciste con el bañador, él dijo que no le apetecía
nadar y se fue adentro a escribir esos informes que de pronto eran muy
urgentes.
-Seguro que para él sí eran urgentes. Es su modo de
ser, -argumentó Miley sintiendo no obstante cierta excitación en su interior.
-Me gusta el cariz que está tomando este viaje -añadió Joe- Un solo día y ya hemos hecho progresos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡No olvides comentar!(:
Gracias por tomarte unos segundos de tu tiempo♥
Y más por leer mis noves, un beso!