Una vez que ya estaba en mi coche, tuve que acelerar -que realmente odiaba hacerlo- todo el camino hacia mi casa, y todavía no llegue ahí antes de las seis. Eso me dio solo una hora y media para ducharme, vestirme, y verificar a mi papá. Que manera tan fantástica de comenzar la mañana. Mejor aun fue el hecho de que las luces de la sala estaban encendidas cuando me acerqué a mi entrada. No era una buena señal. Papa siempre -siempre- apagaba cada luz en la casa antes de acostarse. Lo trataba como un ritual. El hecho de que las había dejado encendidas era definitivamente un mal presagio.
Oí el ronquido en cuanto entré en puntillas y al instante supe que había comprado más cervezas. Incluso antes de ver las botellas sobre la mesa de centro o su forma inconsciente en el sofá, yo sabia. Se había emborrachado lo suficiente como para perder el conocimiento.
Comencé a avanzar pero me detuve. Por mucho que quisiera, no tenía tiempo de limpiar el desastre de papá. Necesitaba ir arriba. Necesitaba ir a la escuela. Y mientras me arrastraba hacia mi habitación, me dije a mi misma que el estaría bien. Él solo estaba sorprendido, estaría bien, y este... episodio pasaría sin incidentes. Yo apenas podía sostener en contra del hombre que tomara unos cuantos tragos, considerando la bomba que mama le dejo caer, ¿no?
Tome una ducha rápida y seque mi cabello que siempre me toma una eternidad, en serio, tal vez debería de cortar todo mi cabello como Selena (en vez de perder mi tiempo) antes de ponerme ropa fresca. Después de cepillar mis dientes, me dirigí a la planta baja de nuevo y entré a la cocina para tomar un Pop-Tart para el camino. Entonces salí, por la puerta de enfrente.
Para la hora que llegué a la escuela, el estacionamiento de los estudiantes estaba casi lleno. Tuve que aparcar en la última fila y correr -con mi mochila de veinte libras- a las puertas dobles. Por supuesto que para el momento en que llegué al pasillo principal me quedé sin aliento. Dios, pensé miserablemente mientras movía mi gordo trasero hacia español, no es de extrañar que sea la Duff.
Estoy tan fuera de forma que es deprimente. Bueno al menos los pasillos estaban más o menos vacíos. Eso significaba que nadie había presenciado lo patética que soy.
—Hey, ¿a donde fuiste ayer? —pregunto Demi cuando me dejé caer en mi escritorio solo segundos antes de que sonara la campana— No estuviste en almuerzo o en inglés. Selena y yo estábamos un poco preocupadas.
—Me fui de la escuela temprano.
—Pensé que las tres íbamos a hacer algo para celebrar que el Día de San Valentín todas estábamos solteras.
—¿Eso es un poco irónico, no te parece? —suspiré y moví mi cabeza, tratando de no mirar en sus grandes ojos heridos... Dios, ella era buena haciéndome sentir culpable. Y yo sabia que iba a pagar por haberle colgado a Selena ayer por la noche— Lo siento, Demi. Algo surgió ayer. Te diré todo al respecto después de la escuela, ¿está bien?
Antes de que pudiera decir algo, la Sra. Romali se aclaro la garganta y grito:
—Silencio, buenos días, amigos. Hoy vamos a comenzar con el tiempo presente progresivo, y les advierto desde ahora que es bastante malditamente difícil. —Y lo era. La Sra. Romali nos pasó una hoja de trabajo que nos mantuvo ocupados hasta el final del bloque. Para la hora que la campana sonó, yo realmente me estaba cuestionando mi afecto por la clase de español, y no estaba sola.
—¿Es demasiado tarde para cambiar clases por el semestre? —Emma le pregunto a Demi y a mi cuando caminamos fuera del salón de clases.
—Como un mes demasiado tarde. —le dije.
—Maldita sea.
—Adiós, ¡Miley! —gritó Demi mientras corría dirigiéndose a su clase de Química.— ¡Nos vemos en el almuerzo!
La saludé con la mano y comencé a caminar hacia el otro pasillo. Hoy, sin embargo, realmente estaba esperando la clase de AP gobierno. Douglas Booth me había pedido que me sentara cerca de él. Ya no seria la chica solitaria de atrás del salón. Nunca pensé que cambiaría o que seria demasiado feliz cuando lo hiciera. ¿Que puedo decir? El aislamiento auto-impuesto estaba finalmente comenzando a molestarme.
Pero Douglas no estaba ahí. Su asiento estaba completamente, cien porciento vacio cuando entre al salón (por una vez estaba demasiado temprano, de la manera que al Sr. Chaucer le gustaba), y mi corazón se hundió un poco...o tu sabes, demasiado. Al menos no me tenía que sentar sola. Jordan prácticamente me arrastró hacia enfrente del salón, aparentemente perdida sin Douglas para mantenerla entretenida.
Ella debía ver decepcionada que yo no era ni cerca de inteligente con sus chistes políticos como su usual compañero. Todo lo que yo podía ofrecer eran algunos comentarios sarcásticos sobre la utilidad del sistema judicial. Dios, extrañaba a Douglas. También él Sr.Chaucer. Parecía ponerse aburrido con su lectura ininterrumpida, y despidió la clase solo a medias cuando la campana sonó, y su labio inferior sobresalía como el de un niño.
Y dicen que los maestros no tienen favoritos.
Estaba aliviada de estar afuera de ese salón, que parecía frío sin los comentarios esclarecedores de Douglas, hasta que llegué a la cafetería. La mesa del almuerzo no era exactamente un ambiente amoroso y cálido esa tarde. Selena me miró durante todo el almuerzo, obviamente molesta de que le había colgado la noche anterior. Pero aparentemente no lo suficiente molesta para reunirse con Demi y conmigo después de la escuela para escuchar mis excusas. Había prometido explicarles las cosas después de clases.
Por supuesto, eso significaba que al segundo que la campana sonó, me arrastraron adentro del baño vacío y comenzaron a hacerme demandas como: "¡Escúpelo!" y "¡Afuera con eso!", antes de que pudiera tomar un solo suspiro.
Gemí y me deslicé por el frío muro de concreto para aterrizar sentada en el suelo. Abracé mis rodillas ligeramente y dije;
—Está bien, está bien. Así que mama se presentó ayer por la tarde.
—¿Ya regreso de su viaje? —pregunto Demi.
—No exactamente. Solo vino a hablar conmigo. Ella y mi Papa se van a divorciar.
Demi puso una mano sobre su boca asombrada, y Selena se arrodilló a mi lado tomando mi mano.
—¿Estas bien, Mi? —preguntó, dejando su ira hacia mi.
—Estoy bien. —dije. Sabía que ellas estarían más molestas sobre eso que lo que yo estaba.
Selena, cuyos padres habían pasado por un largo y amargo divorcio, y Demi, que no se podía imaginar nada más infeliz y perturbador.
—¿Es por eso que faltaste el Día de San Valentín anoche? —preguntó Demi.
—Si. —dije— Lo siento. Yo solo... Realmente no me sentía con ganas de celebrar.
—Debiste haber llamado, —dijo Selena— Ó haberme dicho algo en el teléfono por la noche. Yo te hubiera escuchado, sabes.
—Lo sé. Pero realmente, estoy bien. Era solo cuestión de tiempo. Lo he estado esperando por un tiempo. —me encogí de hombros— Y, honestamente, no me molesta realmente. Quiero decir, ustedes saben que mi mama no ha estado mucho en el pasado por algunos años, así que realmente no cambiará mucho eso. Pero solo va estar en la ciudad por unos días, por lo que necesito irme ahora mismo... —me puse de pie.
—¿Adonde vas? —preguntó Selena.
—Le dije a mi mamá que veríamos juntas una película esta tarde. —agarré mi mochila y me di un vistazo a mi reflejo en el espejo— Lo siento. Chicas se que ustedes quieren hablar sobre eso o lo que sea, pero mi mamá se marcha al final de la semana, así que...
—¿Estás segura que estas bien? —preguntó Selena con escepticismo.
Dudé, levante mi mano para cepillar algunas ondas castañas de mi cara. Les pude haber dicho entonces. Podría haberles dicho sobre papá y las botellas de cerveza y como estaba confundida. Ellas eran mis mejores amigas después de todo. Se preocupaban por mí.
¿Pero que pasaría si delato a Papa, que podría pasar? ¿Y si se corriera la voz? ¿Que pensaría la gente de él entonces? Yo no podría manejar eso. Incluso el pensar que mis mejores amigas lo juzgarían me incomodaba. El era mi papá, después de todo. Y esto era una cosa pequeña. El solo estaba pasando por un momento difícil. Nada de que preocuparse.
—Positivo. —dije, apartándome del espejo con una sonrisa forzada— Pero debería irme ya. No quiero que Mama esperé.
—Diviértanse. —murmuro Demi, sus ojos todavía bien abiertos con inocente sorpresa.
Tal vez le debería haber dado la noticia más suavemente.
Estaba casi fuera de la puerta del baño cuando Selena me llamó;
—Hey, Miles, espera un segundo.
—¿Si?
—Vamos a salir este fin de semana. —dijo— Para compensar por no haber salido el Día de San Valentín. Todas podríamos ir al Nest. Una Noche de Chicas Fuera. Será divertido. Incluso te compraremos helado.
—Claro. Te llamo mas tarde, pero realmente tengo que irme. —con un saludo, corrí fuera del baño.
Si, yo quería ir a ver una película con mamá, pero esa no era la razón de mi prisa. Había algo más que tenia que hacer primero.
Una vez que estuve en mi carro, no perdí tiempo en sacar mi teléfono. Marque el familiar número y espere para que la voz profesional del hombre respondiera.
—Has llamado a Tech Plus. Este es Ricky. ¿En que le puedo ayudar?
Quería hablar con papá. Para asegurarme de que estuviera bien y dejarle saber que saldríamos de esto. Solo... ser de apoyo. Yo sabía que lo necesitaba. Después de la noche que tuvo, sabía que estaría teniendo un día horrible en el trabajo. Además, yo estaba lidiando con la noticia muy bien, podría al menos ayudarlo a salir de esto.
—Buenas tardes, Ricky. —dije— ¿Esta Billy Cyrus disponible?
—Me temo que no. El Sr. Cyrus no vino hoy.
Me senté ahí, aturdida por un minuto, sabiendo que significaba eso. Pero me saqué las preocupaciones arrastrándose en mi estómago. El solo estaba teniendo una mala resaca después de una mala noche. Probablemente más que suficiente para recordarle porque había dejado de beber en primer lugar. El estaría bien mañana. Tenia la esperanza.
—Gracias, de todos modos. —dije— Que tengas un buen día. —colgué el teléfono y empecé a marcar otro número. Esta vez una mujer con una clara y alegre voz respondió.
—¿Hola?
—Hey, Mama. —me esforcé para sonar al menos semi-optimista. Si estaba demasiado feliz, ella sabría que algo estaba sucediendo. Después de todo, yo solo no era del tipo lleno de vida— ¿Todavía quieres ir a ver una película esta noche?
—Oh, hola, Bianca! —exclamó mamá— Si, eso suena bien. Escucha, cariño, ¿has hablado hoy con tu papá? ¿El está bien? El se alteró tanto la noche anterior, y estaba llorando cuando me fui.
Por la forma en que hablaba, me di cuenta que no tenia ni idea de que había recaído, de que había tocado una botella. Si lo hiciera, su voz hubiera sido mucho mas tensa, llena de preocupación. Tal vez incluso al borde del pánico. Pero sonaba calmada. Solo un poco preocupado. El hecho de que ella fuera tan ciega realmente me molestó. Quiero decir, el había dejado de tomar hace casi dieciocho años, pero aun así. El pensamiento debía de haber cruzado por su mente. Pero no quería ser yo la que le diera la noticia.
—El esta bien. Acabo de hablar con el hace un segundo. El va a estar en su trabajo hasta tarde esta noche, así que una película funciona muy bien para mí.
—Oh, esta bien. Me alegra escuchar eso. —dijo mamá— ¿Que quieres ver? Ni siquiera se que es lo que esta en el cine ahora.
—Yo tampoco, pero estaba pensando que una comedia estaría bien.
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