-¡Eh, chicos!
Ambos miraron para arriba.
-¿No creen que ha llegado la hora de usar el
teléfono móvil para llamar a los guardacostas?
-¿A los guardacostas?- repitió Joe.
-Sí. Alguien que sepa cómo sacar el barco.
-Lo hemos dejado encallar en la arena a posta
-contestó Nick aclarándose la garganta.
Joe se volvió hacia Nick como si esperara recibir
de él una orden.
-Exacto. -dijo al fin-. Para que nos tape del viento.
Necesitan un refugio del viento.
-Comprendo. -contestó Miley mirando a Demi, que se
había acercado a los hermanos-. Dicen que lo han hecho a posta, para
refugiarnos del viento.
-Es verdad. -confirmó Demi con una expresión dudosa.
-¿Y cómo planearon sacarlo de aquí, listos?
¿Esperando a que crezca la marea?
-Bueno pues... -contestó Joe mirando hacia su hermano-;
diles cómo pensábamos hacerlo, Nick.
-¿Y por qué no se lo cuentas tú?
-Está bien. Pues pensábamos que cuando cesara el
viento podríamos tirar de las cuerdas y...
-Voy a llamar al 911. -lo interrumpió Miley- No
tienen ni idea, pero como son unos machos prefieren quedarse aquí sentados
antes de pedir ayuda. -terminó por decir girando sobre sí misma.
-¡Espera! -gritó Nick- No nos precipitemos.
-¿Crees de verdad que habrá guardacostas? -preguntó Joe en un tono de voz tan bajo que Miley apenas pudo escucharlo.
Nick se encogió de hombros como respuesta. Ninguno
de los dos tenía ni idea, pensó.
-¿Y durante cuánto tiempo quieren esperar?
-Sólo un poco. -contestó Nick- Hasta ver si deja
de soplar el viento. Estoy seguro de que Joe y yo podremos moverlo cuando
cese.
-¿Y qué hay de los motores? -preguntó Demi.
-Bueno, -contestó Joe frotándose las manos- estábamos a punto de ir a echarles un vistazo. ¿No es verdad, Nick?
-Sí, es la pura verdad.
-Antes de irse, ¿ Serán tan amables de ayudarme? -preguntó Miley-. Donde antes había arena ahora parece que hay agua.
-Claro. -contestó Nick volviéndose hacia Joe y Demi. Ustedes adelantense. Enseguida iremos. -añadió comenzando a caminar por el agua
para acercarse a ayudar a Miley-. Agárrate a mis hombros y yo te bajaré.
-¿Discutieron Joe y tú? -preguntó ella.
-Bueno, no ha sido nada que no pueda arreglarse con
un milagro.
-Nick...
-No te preocupes, Joe me ha dicho lo que tenía
que decirme y yo tengo que pensar. Baja e iremos a ver qué tal están los
motores.
Miley se agachó y obedeció. El contacto de su piel suave
y mojada confundió su mente justo cuando necesitaba mantenerla despejada para evaluar
la situación.
-Eso es, apóyate en mí. -dijo Nick mientras ponía
las manos en su cintura.
Si tocarlo resultaba desorientador, que la tocara
lo era más aún. Todo su cuerpo comenzó a temblar.
-Creo que debemos llamar para pedir ayuda, Nick. Sería lo más inteligente.
-Puede que tengas razón, pero preferiria evitarlo.
-¿Por qué? ¿Para preservar tu orgullo intacto?
-Es algo un poco más complicado que eso- dijo mientras
la bajaba del barco.
-Bueno, solamente quería saber si...
Miley olvidó lo que iba a decir al sentir el
contacto de su cuerpo mientras se deslizaba hacia abajo.
-¿Si qué? -preguntó dejándola en el agua pero sin
apartar las manos de ella.
Ella miró para arriba hacia él. Por alguna razón tampoco
habla retirado las manos de sus hombros, y no tenía ganas de hacerlo. De hecho
estaba comenzando a acariciarlos sin darse cuenta, mientras su corazón latía
cada vez más deprisa.
Entonces él se quitó las gafas de sol y dijo:
-Sí, yo también. -murmuró mientras inclinaba la cabeza.
Miley cerró los ojos. El la besaba en la boca con decisión.
Estaba perdida. Si hubiera escrito ella también una lista de pros y contras, la
columna de los pros hubiera sido muy larga y hubiera aludido a aquel beso.
Hubiera escrito que él presionaba sus labios de un
modo exquisito, con urgencia pero con suavidad, que la obligaba a rendirse. El
la abrazó con fuerza contra sí mientras ella amoldaba su cuerpo al de él con un
gemido de placer.
Luego Nick apartó los labios por una fracción de segundo,
pero la sostuvo muy cerca de él para decir:
-No quiero que nadie nos saque de aquí y nos lleve
de vuelta al centro náutico. No si puedo evitarlo. -susurró rozando sus labios- Por muchas razones. Ésta es sólo una de ellas.
-Ya comprendo...- contestó Miley apenas sin aliento.
-Bien.
Nick volvió a inclinarse profundizando en aquel beso.
Su lengua la reclamaba de un modo que no dejaba lugar a dudas. Sus intenciones
estaban claras. Entonces la soltó despacio y volvió a hablar con voz ronca:
-Sin embargo lo que yo quiera o deje de querer no
importa. La decisión depende de Demi.
-Por supuesto. -contestó Miley inspirando con fuerza.
-Si no se encuentra bien quizá sea necesario que llamemos
para pedir ayuda.
-Bien.
-Pero si se encuentra bien sacaremos el barco
cuando cese el viento. -siguió susurrando- Lo cual puede no ocurrir hasta
mañana. -comentó mirándola de arriba abajo como si estuviera anticipando lo que
podría ocurrir antes del amanecer.
-Sí.
La pasión se reflejó en sus ojos. Luego él volvió a
ponerse las gafas de sol.
-Entonces vamos a ver esos motores y a preguntarle
a Demi.
-Estoy segura de que una hélice al menos está
enredada. -contestó ella mirándolo como en sueños.
-Seguro que si. -sonrió- Es gracioso, pero creo que
no me importa en absoluto.
Eso era bueno, pensó Miley poco después mientras
observaba el enredo en el que estaba una de las hélices.
-Supongo que ahora ya sólo contamos con un motor. -dijo Joe.
-Sí, en un barco diseñado para moverse con dos. -añadió Nick entrando en el agua para examinarlos- Sin embargo, los aviones
pueden volar cuando se estropea un motor, así que este barco también. ¿Cómo te
encuentras, Demi?
-Muy bien ahora que no estoy balanceándome.
-Si esperamos a que amaine el viento podemos estar
aquí retenidos hasta mañana. Si llamamos ahora en cambio nos sacarán enseguida.
-¿Sacarnos? -repitió Joe-. ¡Pero Nick...!
-¡Pobre orgullo masculino! -suspiró Demi sonriendo a su marido- No te preocupes, cariño. Mientras haga viento no tengo
intención de subir a bordo, ni con guardacostas ni sin ellos. De hecho yo voto
por quedarnos aquí una semana si no amaina el viento.
-Bueno, en ese caso... -dijo Nick haciendo una
pausa y mirando a Joe-. ¿Tú qué opinas?
-Creo que debemos esperar a que cese el viento y mirar
a ver qué podemos hacer mañana. Tenemos provisiones de sobra, así que por eso
no hay problema.
-¿Y tú qué votas? -preguntó Nick volviéndose
hacia Miley.
-Si Demi quiere quedarse, por mí está bien.
-Entonces decidido. -dijo Nick- ¿Alguien viene a
bañarse?
-Vayan ustedes. -intervino Demi- Yo voy a
instalarme en una silla en este refugio y a leer una novela romántica.
-Pues yo me sentaré contigo y te daré uvas. -añadió Joe poniendo un brazo sobre sus hombros.
-Tú lo que quieres es leer las partes más jugosas
sobre mi hombro- contestó Demi.
Miley comprendió de inmediato lo que estaba
ocurriendo. Las dos parejas se dividían. Entonces recordó que aún no había
visto a Nick en bañador.
-Me bañaré contigo.
-Fantástico. -dijo Nick dirigiéndose hacia el barco- Iré a ponerme el bañador.
Ofrecer su ayuda para ponérselo resultaría
demasiado evidente, pensó Miley.
-Baja unas cuantas sillas de cubierta para que Demi pueda sentarse. Y otra para apoyar los pies.
-Claro. -contestó Nick saliendo del agua y subiendo
a cubierta.
-¡Ah, y también el gel para la espalda! -añadió Joe-. Y la novela, si no te importa. Está en la repisa de la cama.
-¿Y un helado? -añadió Demi mirando para arriba.
-Bien.
-¿Con caramelo líquido del que compró Miley?
-¿Y estás segura de que no quieres también un trozo
de Alaska frita? Ya que voy a la cocina...
-Ahora mismo no, gracias. -sonrió Demi-. Ya te diré
cuándo.
Después de bajar las sillas, el gel, el helado y el
libro, Nick desapareció dentro del barco para ponerse el bañador. Mientras Demi se relamía, Joe se acercó a Miley y le dio un beso en la mejilla.
-¿Y eso a qué viene? -preguntó ella.
-A lo que sea que le hayas dicho a Nick mientras
te ayudaba a bajar del barco.
-Créeme, no le he dicho nada.
-Bueno, entonces a lo que sea que hayas hecho. Y no
te estoy preguntando qué ha sido, pero ha surtido efecto. Nos ha preguntado a
todos nuestra opinión.
-Quizá esté empezando a comprender que él no es
Dios -se ruborizó.
-Eso parece. Hasta ha accedido a bañarse.
-Sin embargo, Joe -intervino Demi-, quizá a la
vuelta continúe siendo el mismo.
-Sí, es cierto, pero al menos es un comienzo. Creo
que Miley es una buena influencia para él.
-Eso si sería un comienzo -añadió Miley, de pronto
atenta al hombre terriblemente sexy que salía del barco en bañador- ¡El último
que llegue es una gallina! -gritó, y sin saber si la había oído o no corrió a
zambullirse.
Se metió cerca del barco hasta que el agua le llegó
a la cintura, y luego miró para arriba justo a tiempo para ver cómo Nick se
tiraba y desaparecía bajo la superficie. Nadó hasta la zona donde él había
caldo y de pronto sintió miedo al pensar que quizá se habría dado con la cabeza
en alguna roca. Los hombres eran tontos, pensó. Siempre tenían que hacer una
exhibición de trampolín sin tener ni idea de qué había en el fondo.
De repente sintió que una mano le agarraba el tobillo
y poco después estaba sumergida en sus brazos. La abrazó fuerte y ambos salieron
a la superficie agarrándose a una de las amarras sueltas que colgaban sobre el
lago desde el casco del barco.
Bueno, espero que les hayan gustado los 2 caps(:
Por cierto, no olviden pasarse por esta entrada, es importante para mi que la lean :3
No olviden comentar! :D las quiero.
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaa..... please, siguela que esta buenisimaaaaaa...
ResponderEliminarsin duda esta novela esta como Dios manda....
please, continua >>Como Odio Amarte<< esa nove esta fabulosa.... =) PLEASE.... SIGUELAAAAAASSSS!!
siguelaaaaa!!! porfaaa
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