lunes, 14 de enero de 2013

The DUFF ; Cap 29.


Supe que algo no andaba bien en el instante en que abrí los ojos la mañana siguiente.

El cielo se veía frío y aburrido afuera de la ventana de Nick, pero yo me sentía cálida.
Muy cálida. 
El brazo de Nick me cubría, sosteniéndome contra su pecho, y su respiración suave y rítmica calentaba mi nuca. Todo era tan pacífico. Tan perfecto. Me sentía segura y contenta.

Y ese era el problema.

Por mi visión pasó la imagen de un sweater rosado que yacía olvidado en la esquina de la habitación. Había estado allí por semanas. Propiedad de alguna chica sin nombre. Una de las muchas que Nick había traído a su habitación. 

Viéndolo, recordé repentinamente en la cama de quién me encontraba. 
Quién estaba abrazándome.

No debería haberme sentido segura o contenta. No aquí. No con Nick. Estaba mal. Yo debería estar disgustada. Debería estar asqueada. No debería desear nada más que empujarlo lejos de mí. ¿Qué demonios estaba sucediéndome? ¿Qué estaba mal conmigo?

Y justo cuando me hice esas preguntas, las respuestas me golpearon como un tsunami. Un tsunami helado que me dejó con los ojos como platos y en shock.

Estaba celosa de las otras chicas a las que les hablaba.

Estaba deseando hacer cualquier cosa para que él sonriera.

Me sentía segura y contenta en sus brazos.

Oh, por Dios, pensé, en parte aterrada. 
Estoy enamorada de él. 
Tenía que sacudirme a mí misma entonces. No, no, no. No era amor. Amor era una palabra grande. Demasiado grande. El amor requería años y años para desarrollarse... ¿cierto? Yo no estaba enamorada de Nick Jonas.

Pero sentía algo por él. Sentía algo más que odio y disgusto. Era más como si estuviera abrumada. Más de lo que había sentido por Lucas Lovato todos esos años. Era real. Era poderoso.

Y era aterrador.

Tenía que salir de allí. No podía quedarme. No podía permitirme a mí misma caer en su trampa. No importaba cómo me sentía sobre Nick, él nunca sentiría lo mismo.

Porque él era Nick Jonas.

Y yo era la Duff.

No iba a torturarme de esa forma. Había aprendido mi lección con Lucas. Acercarse demasiado a alguien sólo llevaba a lastimarse, y Nick definitivamente podía lastimarme.

Anoche lo había dejado verme en mi estado más débil. Me había abierto con él. Y si no me iba ahora, pagaría el precio.

No importa dónde vas o qué haces para distraerte, la realidad siempre te encuentra eventualmente. Mamá lo había dicho sobre su relación con papá.

Una sonrisa amarga se expandió en mi rostro mientras me separaba de los brazos de Nick a regañadientes. Mamá había tenido razón. Nick era mi distracción. Se suponía que él era mi escape de las emociones. De todo el drama. Y ahí estaba yo... sin sentir nada más que emociones.

Me deslicé alrededor de la habitación, tratando de vestirme sin hacer ningún ruido.
Después de haber entrado de un tirón en mi sweater y mis jeans, agarré mi celular y salí hacia el balcón.

Antes de poder decirme a mí misma que no lo hiciera, o convencerme de que ella no contestaría, marqué el número de Selena. Sabía que ella aún estaba molesta conmigo, pero no podía pensar en ninguna otra opción. No importaba cuán loca estuviera ella, sabía que Selena me ayudaría. Ella ayudaba a todo el mundo. Simplemente era parte de su forma de ser.

—¿Hola? —gruñó somnolienta, después de dos toques.

Maldición, murmuró una voz en mi cabeza.
Después de todo ese tiempo, no podía creer que así era como Selena se enteraría de mi secreto. Pero sabía que era por mi bien. Sabía que si no me iba entonces, nunca lo haría.
Lo sabía, pero no quería irme. No quería sentir lo que sentía. Y realmente no quería que Selena -ni nadie, para el caso- lo supiera.

—¿Hola? ¿Miley? —muy mal, yo nunca tenía lo que quería.
—Oye, Selena, lamento despertarte, pero... ¿puedes hacerme un gran favor? Por favor.
—Mi, ¿estás bien? —preguntó, su somnolencia desvaneciéndose poco a poco — ¿Qué pasa? ¿Sucede algo malo?
—¿Puedes conseguir las llaves de tu madre y venir a buscarme? Realmente necesito ir a casa.
—¿A casa? —ella sonaba confundida. Nada bueno cuando estaba combinado con miedo. Dios, un día le iban a dar úlceras a la pobre chica— ¿Quieres decir que no estás en tu casa? ¿No dormiste en tu casa anoche?
—Cálmate, Selena. Estoy bien. —dije.
—Y una mierda, no me digas que me calme, Miley —su voz se quebró— Has estado actuando extraño por semanas e ignorándome cada vez que trataba de hablarte. Ahora estás llamándome temprano en la mañana y pidiéndome que te pase a buscar, así que, ¿debo calmarme? Dios, ¿dónde rayos estás?

Esa era la parte que había estado temiendo, así que inspiré hondo antes de responder su pregunta.

—Estoy en casa de Nick... Tú sabes, la casa gigante en--
—Sí. —dijo Selena— ¿La casa de Nick Jonas? Sé dónde queda. —sentía curiosidad, pero trataba de esconderla tras su enojo. Sus habilidades de actriz no eran mejores que las mías— Bien, estaré allí en diez minutos. 

Y colgó.
Cerré el teléfono y lo metí dentro de mi bolsillo trasero. Diez minutos. Sólo diez cortos minutos.
Suspiré y me incliné contra la barandilla del balcón. Desde ahí, el aburrido Hamilton lucía como un horripilante pueblo fantasma. Las calles estaban vacías en la mañana (nunca estaban demasiado llenas, para ser honesta), y las pequeñas tiendas de techos grises estaban cerradas. El cielo nublado, sin sol, no ayudaba a la imagen general, y dejaba todo bajo una capa de penumbra. Penumbra sin sol, imagínate.

—Tal vez no seas consciente de esto, pero los humanos tienden a dormir los sábados.

Volteé y encontré a Nick parado en la entrada del balcón, frotándose los ojos soñolientamente con una pequeña sonrisa en su rostro. Aún con el viento helado, él no vestía nada más que sus boxers negros. Maldición, tenía un cuerpo sorprendente... pero no podía pensar en eso. Tenía que terminarlo todo.

—Tenemos que hablar. —traté de encontrar algo a lo que mirar además de su sexy cuerpo medio desnudo. Mis pies parecieron ser la mejor opción.
—Hmm, —reflexionó Nick, pasando una mano a través de sus rulos desordenados— Sabes, mi padre dice que esas son las tres palabras más aterradoras que una mujer puede decir. Él cree que nunca viene nada bueno después de un “tenemos que hablar”. Estás preocupándome un poco, Duffy.
—Deberíamos entrar.
—Eso no es nada prometedor.

Lo seguí dentro de su habitación, retorciendo mis manos incontrolablemente. (Las palmas sudorosas son tan atractivas.) Él se dejó caer en la cama y esperó que yo hiciera lo mismo, pero me mantuve de pie. No podía ponerme demasiado cómoda. Selena estaría ahí para buscarme en unos 8 minutos y medio -estaba contando- así que debía hacer esto breve y dulce.

O quizás sólo breve. Nada de eso se sentía dulce para mí.
Ansiosamente, alcé mi mano y me rasqué la nuca.

—Escucha, —dije— Eres un gran chico, y aprecio todo lo que has hecho por mí... —¿por qué tenía que sonar tanto como una ruptura? ¿Acaso no tenías que salir con alguien para botarlo después?
—¿De verdad? —preguntó Nick— ¿Desde cuándo? Nunca te has referido a mí mejor que como escoria. Sabía que cambiarías de parecer eventualmente... pero algo me dice que debo mantenerme alerta--
—Pero, —seguí, ignorándolo lo mejor que pude— "No puedo seguir haciendo esto. Creo que deberíamos dejar de, ehm, dormir juntos" —Sí. Definitivamente parecía una ruptura. Todo lo que necesitaba hacer era lanzar un: “No eres tú, soy yo” y sería perfecto.
—¿Por qué? —él no sonaba lastimado. Sólo sorprendido.

Me lastimó el hecho de que él no sonara lastimado.

—Porque ya no funciona para mí. —dije, apegándome a las tradicionales líneas que había oído en las películas. Eran clásicos por una razón, después de todo— Simplemente no creo que esto, hice un gesto entre nosotros dos—  esté en mis, ehm, en nuestros mejores intereses.

Nick entrecerró los ojos, y me miró.

—Miley, ¿tiene esto algo que ver con lo que pasó anoche? —preguntó seriamente— Si es así, quiero que sepas que no hay nada de lo que tengas que preocuparte.
—No es eso.
—¿Qué es, entonces? Lo que dices no tiene sentido.

Miré a mis zapatos. La goma de los bordes estaba empezando a pelarse, pero el rojo brillante de fábrica de las Converse aún no se había desvanecido del todo. Rojo brillante.

—Soy como Hester. —suspiré, más para mí que para Nick.
—¿Qué?

Lo miré, sorprendida de que me hubiera escuchado.

—Soy como... —sacudí la cabeza— Nada. Terminamos. Terminé.
—Miley...
—Yo... tengo que irme.

Estaba tan enfocada en salir de esa maldita casa que no oí las palabras que Nick gritó tras de mi. Su voz simplemente desapareció en la distancia, donde yo esperaba dejarlo para siempre.

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No olviden leer este mensaje que les deje, es muy importante para mi :3
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Gracias por leer & comentar, las quiero.
Ale.

A Solas Contigo ; Cap 15.

Miley pudo escuchar parte de la discusión. No era el momento más oportuno para dirimir sus diferencias, pensó. Salió a cubierta y los llamó:

-¡Eh, chicos!

Ambos miraron para arriba.

-¿No creen que ha llegado la hora de usar el teléfono móvil para llamar a los guardacostas?
-¿A los guardacostas?- repitió Joe.
-Sí. Alguien que sepa cómo sacar el barco.
-Lo hemos dejado encallar en la arena a posta -contestó Nick aclarándose la garganta.

Joe se volvió hacia Nick como si esperara recibir de él una orden.

-Exacto. -dijo al fin-. Para que nos tape del viento. Necesitan un refugio del viento.
-Comprendo. -contestó Miley mirando a Demi, que se había acercado a los hermanos-. Dicen que lo han hecho a posta, para refugiarnos del viento.
-Es verdad. -confirmó Demi con una expresión dudosa.
-¿Y cómo planearon sacarlo de aquí, listos? ¿Esperando a que crezca la marea?
-Bueno pues... -contestó Joe mirando hacia su hermano-; diles cómo pensábamos hacerlo, Nick.
-¿Y por qué no se lo cuentas tú?
-Está bien. Pues pensábamos que cuando cesara el viento podríamos tirar de las cuerdas y...
-Voy a llamar al 911. -lo interrumpió Miley- No tienen ni idea, pero como son unos machos prefieren quedarse aquí sentados antes de pedir ayuda. -terminó por decir girando sobre sí misma.
-¡Espera! -gritó Nick- No nos precipitemos.
-¿Crees de verdad que habrá guardacostas? -preguntó Joe en un tono de voz tan bajo que Miley apenas pudo escucharlo.

Nick se encogió de hombros como respuesta. Ninguno de los dos tenía ni idea, pensó.

-¿Y durante cuánto tiempo quieren esperar?
-Sólo un poco. -contestó Nick- Hasta ver si deja de soplar el viento. Estoy seguro de que Joe y yo podremos moverlo cuando cese.
-¿Y qué hay de los motores? -preguntó Demi.
-Bueno, -contestó Joe frotándose las manos- estábamos a punto de ir a echarles un vistazo. ¿No es verdad, Nick?
-Sí, es la pura verdad.
-Antes de irse, ¿ Serán tan amables de ayudarme? -preguntó Miley-. Donde antes había arena ahora parece que hay agua.
-Claro. -contestó Nick volviéndose hacia Joe y Demi. Ustedes adelantense. Enseguida iremos. -añadió comenzando a caminar por el agua para acercarse a ayudar a Miley-. Agárrate a mis hombros y yo te bajaré.
-¿Discutieron Joe y tú? -preguntó ella.
-Bueno, no ha sido nada que no pueda arreglarse con un milagro.
-Nick...
-No te preocupes, Joe me ha dicho lo que tenía que decirme y yo tengo que pensar. Baja e iremos a ver qué tal están los motores.

Miley se agachó y obedeció. El contacto de su piel suave y mojada confundió su mente justo cuando necesitaba mantenerla despejada para evaluar la situación.

-Eso es, apóyate en mí. -dijo Nick mientras ponía las manos en su cintura.

Si tocarlo resultaba desorientador, que la tocara lo era más aún. Todo su cuerpo comenzó a temblar.

-Creo que debemos llamar para pedir ayuda, Nick. Sería lo más inteligente.
-Puede que tengas razón, pero preferiria evitarlo.
-¿Por qué? ¿Para preservar tu orgullo intacto?
-Es algo un poco más complicado que eso- dijo mientras la bajaba del barco.
-Bueno, solamente quería saber si...

Miley olvidó lo que iba a decir al sentir el contacto de su cuerpo mientras se deslizaba hacia abajo.

-¿Si qué? -preguntó dejándola en el agua pero sin apartar las manos de ella.

Ella miró para arriba hacia él. Por alguna razón tampoco habla retirado las manos de sus hombros, y no tenía ganas de hacerlo. De hecho estaba comenzando a acariciarlos sin darse cuenta, mientras su corazón latía cada vez más deprisa.
Entonces él se quitó las gafas de sol y dijo:

-Sí, yo también. -murmuró mientras inclinaba la cabeza.

Miley cerró los ojos. El la besaba en la boca con decisión. Estaba perdida. Si hubiera escrito ella también una lista de pros y contras, la columna de los pros hubiera sido muy larga y hubiera aludido a aquel beso.
Hubiera escrito que él presionaba sus labios de un modo exquisito, con urgencia pero con suavidad, que la obligaba a rendirse. El la abrazó con fuerza contra sí mientras ella amoldaba su cuerpo al de él con un gemido de placer.
Luego Nick apartó los labios por una fracción de segundo, pero la sostuvo muy cerca de él para decir:

-No quiero que nadie nos saque de aquí y nos lleve de vuelta al centro náutico. No si puedo evitarlo. -susurró rozando sus labios- Por muchas razones. Ésta es sólo una de ellas.
-Ya comprendo...- contestó Miley apenas sin aliento.
-Bien.

Nick volvió a inclinarse profundizando en aquel beso. Su lengua la reclamaba de un modo que no dejaba lugar a dudas. Sus intenciones estaban claras. Entonces la soltó despacio y volvió a hablar con voz ronca:

-Sin embargo lo que yo quiera o deje de querer no importa. La decisión depende de Demi.
-Por supuesto. -contestó Miley inspirando con fuerza.
-Si no se encuentra bien quizá sea necesario que llamemos para pedir ayuda.
-Bien.
-Pero si se encuentra bien sacaremos el barco cuando cese el viento. -siguió susurrando- Lo cual puede no ocurrir hasta mañana. -comentó mirándola de arriba abajo como si estuviera anticipando lo que podría ocurrir antes del amanecer.
-Sí.

La pasión se reflejó en sus ojos. Luego él volvió a ponerse las gafas de sol.

-Entonces vamos a ver esos motores y a preguntarle a Demi.
-Estoy segura de que una hélice al menos está enredada. -contestó ella mirándolo como en sueños.
-Seguro que si. -sonrió- Es gracioso, pero creo que no me importa en absoluto.

Eso era bueno, pensó Miley poco después mientras observaba el enredo en el que estaba una de las hélices.

-Supongo que ahora ya sólo contamos con un motor. -dijo Joe.
-Sí, en un barco diseñado para moverse con dos. -añadió Nick entrando en el agua para examinarlos- Sin embargo, los aviones pueden volar cuando se estropea un motor, así que este barco también. ¿Cómo te encuentras, Demi?
-Muy bien ahora que no estoy balanceándome.
-Si esperamos a que amaine el viento podemos estar aquí retenidos hasta mañana. Si llamamos ahora en cambio nos sacarán enseguida.
-¿Sacarnos? -repitió Joe-. ¡Pero Nick...!
-¡Pobre orgullo masculino! -suspiró Demi sonriendo a su marido- No te preocupes, cariño. Mientras haga viento no tengo intención de subir a bordo, ni con guardacostas ni sin ellos. De hecho yo voto por quedarnos aquí una semana si no amaina el viento.
-Bueno, en ese caso... -dijo Nick haciendo una pausa y mirando a Joe-. ¿Tú qué opinas?
-Creo que debemos esperar a que cese el viento y mirar a ver qué podemos hacer mañana. Tenemos provisiones de sobra, así que por eso no hay problema.
-¿Y tú qué votas? -preguntó Nick volviéndose hacia Miley.
-Si Demi quiere quedarse, por mí está bien.
-Entonces decidido. -dijo Nick- ¿Alguien viene a bañarse?
-Vayan ustedes. -intervino Demi- Yo voy a instalarme en una silla en este refugio y a leer una novela romántica.
-Pues yo me sentaré contigo y te daré uvas. -añadió Joe poniendo un brazo sobre sus hombros.
-Tú lo que quieres es leer las partes más jugosas sobre mi hombro- contestó Demi.

Miley comprendió de inmediato lo que estaba ocurriendo. Las dos parejas se dividían. Entonces recordó que aún no había visto a Nick en bañador.

-Me bañaré contigo.
-Fantástico. -dijo Nick dirigiéndose hacia el barco- Iré a ponerme el bañador.

Ofrecer su ayuda para ponérselo resultaría demasiado evidente, pensó Miley.

-Baja unas cuantas sillas de cubierta para que Demi pueda sentarse. Y otra para apoyar los pies.
-Claro. -contestó Nick saliendo del agua y subiendo a cubierta.
-¡Ah, y también el gel para la espalda! -añadió Joe-. Y la novela, si no te importa. Está en la repisa de la cama.
-¿Y un helado? -añadió Demi mirando para arriba.
-Bien.
-¿Con caramelo líquido del que compró Miley?
-¿Y estás segura de que no quieres también un trozo de Alaska frita? Ya que voy a la cocina...
-Ahora mismo no, gracias. -sonrió Demi-. Ya te diré cuándo.

Después de bajar las sillas, el gel, el helado y el libro, Nick desapareció dentro del barco para ponerse el bañador. Mientras Demi se relamía, Joe se acercó a Miley y le dio un beso en la mejilla.

-¿Y eso a qué viene? -preguntó ella.
-A lo que sea que le hayas dicho a Nick mientras te ayudaba a bajar del barco.
-Créeme, no le he dicho nada.
-Bueno, entonces a lo que sea que hayas hecho. Y no te estoy preguntando qué ha sido, pero ha surtido efecto. Nos ha preguntado a todos nuestra opinión.
-Quizá esté empezando a comprender que él no es Dios -se ruborizó.
-Eso parece. Hasta ha accedido a bañarse.
-Sin embargo, Joe -intervino Demi-, quizá a la vuelta continúe siendo el mismo.
-Sí, es cierto, pero al menos es un comienzo. Creo que Miley es una buena influencia para él.
-Eso si sería un comienzo -añadió Miley, de pronto atenta al hombre terriblemente sexy que salía del barco en bañador- ¡El último que llegue es una gallina! -gritó, y sin saber si la había oído o no corrió a zambullirse.

Se metió cerca del barco hasta que el agua le llegó a la cintura, y luego miró para arriba justo a tiempo para ver cómo Nick se tiraba y desaparecía bajo la superficie. Nadó hasta la zona donde él había caldo y de pronto sintió miedo al pensar que quizá se habría dado con la cabeza en alguna roca. Los hombres eran tontos, pensó. Siempre tenían que hacer una exhibición de trampolín sin tener ni idea de qué había en el fondo.
De repente sintió que una mano le agarraba el tobillo y poco después estaba sumergida en sus brazos. La abrazó fuerte y ambos salieron a la superficie agarrándose a una de las amarras sueltas que colgaban sobre el lago desde el casco del barco.



Bueno, espero que les hayan gustado los 2 caps(: 
Por cierto, no olviden pasarse por esta entrada, es importante para mi que la lean :3
No olviden comentar! :D las quiero.


A Solas Contigo : Cap 14.

Nick se tiró al agua y recogió las estacas mientras Joe agarraba las cuerdas. Juntos tiraron de ellas luchando contra el viento que empujaba sin descanso un costado del barco. Miley se unió a ellos.

-¿Problemas?
-¡Diablos, no! -contestó Nick-. Sólo estábamos haciendo una demostración.

Demi se acercó a Joe y puso las manos sobre la cuerda también.

-¡No, Demi! -gritó Joe con autoridad.
-Pero...
-Te puedes hacer daño. No.

Nick nunca había oído a su hermano hablar así ni hacerse cargo de situación de emergencia alguna.
Estaba impresionado.

-Dem, quédate en la playa y guíanos. -ordenó Nick respirando fuerte-. Miley, sube al barco y enciende los motores. Si conseguimos traerlo aquí de nuevo, los apagas.

Nick rogó por que aquella mujer, tan independiente, no pusiera en cuestión sus órdenes. Y no lo hizo. Bien, se dijo. Miley corrió hacia la proa del barco, y luego preguntó:

-¿Qué ocurrirá si se salen también las estacas del otro lado?
-En ese caso no te vayas sin nosotros. -contestó con una sonrisa.
-Bien. -dijo ella saliendo disparada.
-Quizá la próxima vez debamos alquilar algo más pequeño.
-Sí, una canoa. -contestó Nick apretando los dientes y comenzando a sentir dolor en los brazos.
-Dem, ¿estamos moviéndolo?
-Un poco.

Entonces los motores comenzaron a sonar.

-¡Ahora!- exclamó Joe- Si conseguimos enderezarlo, Miley lo traerá de vuelta.

Tiraban con fuerza, pero por desgracia el viento parecía hacer lo mismo. Estuvieron tirando hasta que les dolieron los brazos, internándose cada vez más en el agua mientras el viento se llevaba el barco en la dirección contraria.

-Cuando quieras, Nick, tiramos.
-Te estaba esperando- contestó comenzando a sentir que el agua le llegaba al borde de los pantalones y la arena iba dando paso a un fondo rocoso-. No quería desenmascararte delante de Demi.
-¡Estan perdiendo terreno! -gritó Demi.
-Sabes, no me había dado cuenta. -murmuró Joe con el agua hasta la cintura-. ¿Y tú?
-No puedo seguir tirando con estas rocas en el fondo. ¡Dios mío, rocas! ¡Demi! ¿De cuánto calado disponemos para los motores?
-Iré a ver.

Casi en ese mismo instante se produjo un estruendo como de trozos de hielo chocando contra el costado del barco. Entonces los motores se pararon.

-No hay mucho calado. -contestó Demi- De hecho creo que se ha pegado contra las rocas.
-Compañero, ¿tú qué dices?- preguntó Nick mirando a Joe.
-Es posible que haya chocado. Además estoy a punto de dislocarme el hombro.
-Yo también.
-¿Habías arrastrado antes algún barco encallado?
-Apuesto a que sería más fácil si dejara de soplar el viento.
-Déjalo, Nick, este barco es más grande que nosotros dos.
-Es más grande que Detroit.
-¡Vamos a dejar de tirar! -gritó joe avisando a Miley & Demi- Dejaremos simplemente que se balancee de un lado a otro.
-¿Y no nos causará eso problemas? -preguntó Demi.
-Nada que no podamos arreglar. -contestó Nick.
-Si se lo creen. -rió Joe-, nos saldrá bien la jugada.
-A la de tres- dijo Nick- Una, dos, y ¡tres!

Ambos hermanos soltaron amarras. El barco se balanceó hasta quedar ladeado en la dirección del viento.
Luego se fue a un lado y encalló en la arena. Por fin parecía bien asentado.
Una vez ocurrido lo inevitable todos se calmaron.

-Sabía que ese terreno no era firme. Tenía que haber hecho algo.
-Yo también lo sabía, Nick. ¿Por qué no me echas la culpa a mí?
-Porque yo soy el...
-¿El mayor? ¿El más inteligente? ¿O el mártir más grande de este mundo? Vamos, mira el lado positivo -lo animó Joe-. Desde este ángulo tenemos una buena vista de los motores.
-No me lo recuerdes. Debería de haber pensado en eso también. Sabía que no teníamos mucho calado.
-Bueno, ya basta, estas cosas ocurren.
-Esa es siempre tu actitud ante la vida, ¿no es verdad? Odio pensar en lo que ocurriría si yo pensara como tú.
-Pues deberías comenzar a pensar como un ser humano en lugar de actuar como un superhéroe.
-No puedo permitirme errores. -contestó Nick con la mandíbula tensa.
-Te diré lo que no puedes permitir, chico. -dijo Joe haciendo una pausa para mirarlo de frente- No puedes permitirte esa necesidad de ser perfecto.
-¡Yo no necesito ser perfecto!
-¡Y un cuerno que no! Estás tan petrificado por tu miedo a cometer un error que trabajas día y noche, supuestamente en beneficio de las personas por las que te preocupas. ¿Pero qué clase de preocupación es esa cuando no te permites pasar ni un minuto con nosotros porque estás ocupado?

De pronto Joe se ruborizó y miró hacia otro lado. Sin embargo no retiró ni una sola de sus palabras. Nick se quedó mirándolo. El corazón le latía a toda velocidad en el pecho.

-Eso es justo lo que solías decir de papá.
-Sí es cierto. Él estaría verdaderamente orgulloso de ti. Eres tal y como quería que fueras. Igual que yo. -hizo una pausa-. Por un momento, cuando estábamos juntos ahí tirando del barco, tuve la sensación de que éramos un equipo. Trabajando juntos, intentando amarrar el barco juntos, compartiendo la responsabilidad, como en un equipo. Pero según parece prefieres cargar tú solo con la culpa. Y cuando llegue el momento, también con la gloria, por supuesto. Pues muy bien, hermanito, todo para ti. -terminó mientras volvía hacia la playa.

HOLA! vengo a dejarles unos capis(:

sábado, 12 de enero de 2013

HEY! Lean esto por favor(:

¡Hola! ¿Como han estado? Espero que muy bien. Yo estoy feliz.
Tengo una noticia buena y otra, algo "mala"... bueno, más bien triste (para mi).

Bueno, primero que nada, vengo a decirles, que en estos meses vuelvo al blog :D

¡Sí, al fin! ¡No saben lo mucho que las he extrañado! Extraño demasiado sentarme y escribir mis tontas (XD) historias que invento en mi cabeza. Quiero volver con todo, continuar con Como Odio Amarte & Malas Intenciones, ya que llevo meses sin escribirlas. Aunque les advierto que me tardaré algo en subirlas ya que la escuela me mantiene ocupada. Además, de que tengo una vida social que atender (ajá) bueno, eso es la noticia 'buena',

Pero... regreso con una actitud diferente...

Tengo que serles sincera con ustedes. Ya no soy fan de Miley. Algunas dirán/pensarán "Ay, eres una falsa", "Las verdaderas smilers siempre la apoyaremos en todo", "eso significa que nunca fuiste fan", etc. La verdad creo que nunca fui smiler, (aunque debo admitir que me llame alguna vez así), y ya no soy fan de ella por el simple hecho de que cambio demasiado para mi, y verla como es ahora me da demasiada tristeza... ya que la seguí desde que tengo memoria, pero bueno, las personas cambian y eso es inevitable.

También les quiero decir que regreso al blog solo por ustedes. Sí. Estuve pensando en dejar el blog. Tal vez no sea tan mala idea (ya que no tengo muchos seguidores) y no creo que deje un graaan 'vacío' pero la verdad es que independientemente de que sea fan de Miley o no, siempre me gustará Niley... además, disfruto mucho escribir. Me siento bien haciéndolo, así que no voy a  dejarlo.

Oh, también les pido tiempo en subir los caps. 
Ahorita tengo otros intereses, verán, me empezó a gustar el k-pop y los dramas coreanos. Es un mundo completamente diferente y me encanta. Y estoy algo distraída con eso ahora XD

GRACIAS por las que leyeron esto, no saben lo que significa para mi. Si tienen alguna opinión  por favor comenten, me encantaría saber que piensan.
Y si no comentan esta bien, solo quería desahogarme y comunicarles mi regreso.
Las amo, Ale.

Por cierto... Espero que hayan tenido muy buenas fiestas decembrinas :D Les deseo lo mejor y espero que todos sus propósitos se cumplan este año :D